REVISIÓN DEL DISEÑO MUNICIPAL PARA UN GRAN ESPACIO URBANO

Las nuevas Glòries de Trias precisan que Fomento acepte eliminar un túnel

La Torre Agbar vista desde debajo del actual escaléxtric de la plaza de las Glòries, ayer.

La Torre Agbar vista desde debajo del actual escaléxtric de la plaza de las Glòries, ayer.

XABIER BARRENA
BARCELONA

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La siempre diligente, y sobre todo generosa con Barcelona, Administración del Estado tiene ya la llave de los dos principales proyectos de futuro de la ciudad, la estación de Sagrera (eso ya se sabía) y, desde ayer, por obra y gracia del nuevo equipo municipal, la plaza de las Glòries. Cuando habitualmente se tiende a quitar de en medio al Estado, el equipo de Xavier Trias lanzó ayer una nueva propuesta -este diario ya explicó en agosto que se había ordenado buscar una alternativa al diseño que ya se estaba realizando- para la plaza, que otorga al Ministerio de Fomento el poder de permitir o no que el proyecto se cumpla. El plan, presentado ayer por el tercer teniente de alcalde, Antoni Vives, y por el arquitecto en jefe, Vicente Guallart, solventa el principal problema que el actual equipo de Habitat Urbano hallaba en el proyecto engendrado en la etapa socialista, esto es el desnivel de hasta cinco metros que creaba la construcción de un semitúnel para la Gran Via. En el nuevo proyecto, la plaza es plana. Un enorme parque plaza de 14 hectáreas, dos parques del Escorxador.

El precio para obtener esa ausencia de relieve es la perforación del túnel de la Gran Via a más profundidad de lo que preveía el proyecto anterior. Pero tampoco a mucha, por debajo de los túneles ferroviarios que allí se ubican por ejemplo, porque si no las trazas que deja la rampa de entrada a la galería en la propia Gran Via son demasiado largas. La solución adoptada es agujerear por la cota donde hoy se ubica el túnel de tren que corresponde al ramal ferroviario que une las Glòries con la estación de França.

Para que ello sea posible, Fomento tiene que permitir su destrucción. Y antes abandonar, definitivamente, el servicio a França.

UN RAMAL EN USO / Pero con ello no basta. Podría ser que Adif o Renfe quisieran ese ramal, por ejemplo, como túnel de maniobras de los convoyes. Algo, en cualquier caso proceloso, que obligará a buen seguro a negociar con el Estado y para lo que no hay plazo. Vives fijó ayer el 2017 como primera fecha para que todo esté completado.

En tanto el visto bueno del Ministerio de Fomento no llegue, si llega, el ayuntamiento ya ha dispuesto una solución provisional que tiene todos los visos para formar parte del paisaje reconocible de los barceloneses. El paso de la Gran Via, en tanto no haya galería, se hará en superficie, cortando en dos el gran parque de 14 hectáreas.

Como detalló la cúpula municipal de Urbanismo, el nuevo mantra de Hábitat Urbano, barrios tranquilos y sostenibles en una ciudad hiperconectada, dirige los pasos de este proyecto. La zona de las Glòries deja de ser un nudo viario de distribución y se convierte en una plaza.

DOBLE IMPACTO / Eso tiene una doble repercusión. Por un lado precisa de un frente edificado que dé forma a la plaza, y que el nuevo proyecto consigue al reunir todos los equipamientos previstos en tres edificios, de unas ocho plantas, y los bloques de viviendas ya previstos.

El otro efecto es una alambicada vialidad, aún por definir, que obligará a reducir la carga de tránsito que hoy pasa por la plaza. Las avenidas Diagonal y Meridiana quedarán truncadas por el macroespacio. Los coches deberán tomar otras rutas. No lo tendrán fácil.