Las nuevas Glòries brotan de las ruinas del tambor

RAMON COMORERA / BARCELONA

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El tambor viario de las Glòries ya es historia y sobre sus escombros convertidos en añicos como nuevo material de construcción de buena calidad, brota el futuro y se empiezan a levantar ya instalaciones, espacios y equipamientos incluidos en el plan de la gran plaza parque. El complejo proyecto, que por ahora cumple fielmente las previsiones, tiene cinco puntos de obras, distintos y también distantes, aunque la mayoría en el lado mar y con fecha de finalización en diciembre. Después, en enero, llegará el turno a la zona de montaña. Así en mayo habrá acabado la llamada urbanización provisional, que en parte se integrará en la definitiva. El objetivo es que los vecinos, que han participado en la planificación, puedan usar el recinto mientras no concluyan, hacia finales de la década, las dos grandes realizaciones: la extensa y frondosa zona verde y los túneles que esconderán la Gran Via y sus 100.000 vehículos diarios.

En las imágenes que acompañan a estas líneas, EL PERIÓDICO continúa con el seguimiento gráfico exhaustivo de esta transformación sin precedentes de un espacio central de la ciudad y de su área metropolitana. La larga serie de fotos y vídeos que se está realizando constituye un fondo de valor histórico que documentará los recuerdos futuros de estos enormes cambios.

EQUIPAMIENTOS / Máquinas y trabajadores actúan simultáneamente en los siguientes puntos. El primero es el terreno situado entre la Gran Via, la Diagonal y la calle de la Ciutat de Granada. Aquí se prepara una zona ajardinada con un área de juegos infantiles que acogerá la torre mirador de las obras de 12 metros de altura. Este es el espacio de 8.500 metros cuadrados donde se proyectó el rascacielos de oficinas municipales conocido como edificio Ona hasta que el proyecto fue desestimado. A su lado se diseñó también, con un coste estimado de 15 millones, el inmueble de equipamientos Sòcol: centro de barrio, sala de exposiciones y auditorio. Todo sigue en estado latente y en el solar solo llegó a construirse un aparcamiento municipal.

El segundo foco de actividad se encuentra delante del Disseny Hub Barcelona. Las obras empiezan a definir lo que será una pérgola, un espacio polivalente para actividades culturales. Alrededor avanza la urbanización del intercambiador de transporte público que debe canalizar los flujos de pasajeros de las paradas del tranvía, los autobuses y la L-1 del metro.

DOS FASES / Muy cerca, pero dentro del óvalo que dejan en el centro de las Glòries las calzadas provisonales de la Gran Via, se ejecutan igualmente algunas labores y movimientos de tierra preliminares para perforar a comienzos del 2015 el primer tramo del túnel de 508 metros entre Padilla y Ciutat de Granada. A final de año debería licitarse esta primera fase que tiene un gasto pactado entre CiU y PP de 15 millones de enero a mayo, fin del mandato del gobierno de Xavier Trias. En el nuevo periodo municipal deberán aprobarse 80 millones más para acabar la obra en el 2016. La fase siguiente hasta el 2019 debe llevar ese túnel a la rambla del Poblenou, otros 500 metros con un coste de 80 millones.

La cuarta área de progreso de las Glòries se sitúa en el antiguo Bosquet dels Encants, al lado del flamante mercado que ya ha cumplido un año. Las obras están adecuando unas gradas en el desnivel que existe allí para acoger un jardín de encinas recuperadas, un punto de información turística, otro de alquiler de bicis, un área de juegos infantiles y una exposición sobre la plaza.

Por último, está también en marcha, aunque en otro nivel, la construcción del edificio de la escuela de los Encants que lleva más de seis años en módulos prefabricados. La combinación de protagonistas es aquí inusual. El proyecto y la financiación, 2,4 millones, proceden del Área Metropolitana de Barcelona. En el solar de la esquina de Consell de Cent y Dos de Maig, lado Llobregat mar, se levanta ya la estructura de la segunda plantas del inmueble que se prevé abrir en septiembre del 2015. El centro es una de las reivindicaciones vecinales más antiguas e intensas del plan de equipamientos contemplado en el pacto global y unitario del Compromís per les Glòries del 2007.

Pero la plaza ha consumado ya más cambios en esta transformación acelerada y algunos trastornan a los residentes. Los carriles provisionales de la Gran Via han creado en los dos extremos un mar de carriles y de asfalto sin refugio central al no existir medianera, sino solo dos líneas continuas. Son dos carriles en cada lateral y seis en medio. El semáforo de la calle de los Castillejos da a los peatones unos insuficientes 20 segundos para cruzar. Es frecuente ver a gente corriendo al sorprenderla en plena calzada la intermitencia que anuncia el fin de la luz verde.

El tráfico de salida en dirección Besòs es el que registra más atascos en las nuevas, y también en las viejas, Glòries. Por ello se aumenta el tiempo de paso de los vehículos. Los residentes de edificios cercanos se quejan de ello. Fuentes municipales insisten, sin embargo, en que no es una situación distinta a la de otras grandes avenidas, incluso más anchas, como la Meridiana en Trinitat Nova o la Diagonal en Pedralbes.

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