Un 'jukebox' adaptado a los nuevos tiempos

Soundkik permite solicitar y programar la música en un local

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Un 'jukebox' adaptado a los nuevos tiempos_MEDIA_1 / FERRAN NADEU

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¿Se acuerdan del jukebox o gramola? Aquellos armatostes a los que uno acudía para cambiar la banda sonora de la noche. Eran una maravilla. Pero ahora, si uno descubre alguno en un bar, rápidamente se da cuenta de que solo es un objeto decorativo. Casi ninguno sirve.

Eso fue lo que les pasó a Quico Domingo y Josep Maria Ganyet un día en un bar. En aquel jukebox no había música por activar; tan solo era una pieza de museo. Dice Quico: «Nos pareció una pena que uno de los primeros inventos tecnológicos para compartir la música hubiera caído en el olvido. Y decidimos reinventarlo y adaptarlo a nuestro presente».

Así, en Soundkik no existen los ruidos chirriantes del mecanismo de la gramola cuando mueve los discos, pero pervive la experiencia personal y social. La idea es que, a través de esta aplicación, los usuarios puedan solicitar e incluso poner música en un local. Los dueños de bares, discotecas y tiendas podrán de este modo satisfacer las necesidades musicales de sus clientes, al menos si cuentan con las canciones que buscan en su biblioteca musical. «Para muchos, una canción significa más que una mera melodía: implica un momento especial, un sentimiento», explica Domingo. «Con Soundkik podemos compartir esas sensaciones con el resto de personas que nos rodean».

¿Cuelga al DJ, como cantaban The Smiths? No exactamente. «Nuestro objetivo son los bares musicales que programan una lista y las canciones van sonando. Las sesiones de un DJ llevan su sello personal; nosotros proponemos que cualquiera pueda convertirse en el DJ de su local favorito».