JUICIO EN LA CIUTAT DE LA JUSTÍCIA DE BARCELONA

La CUP exige una comisión que investigue el 'caso Garganté' tras su absolución

J. G. ALBALAT / BARCELONA

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Absuelto. El juez ha exculpado este jueves al concejal de la CUP en el Ayuntamiento de Barcelona Josep Garganté y a Estaban Yanischevsky, un activista de 68 años miembro de Tras la Manta, que estaban acusados de un delito de coacciones leves (antiguas faltas) a un médico del ambulatorio de Peracamps, supuestamente cometido el pasado 23 de marzo para que el facultativo modificara el parte de un vendedor ambulante. El motivo: falta de acusación. La CUP ha anunciado que solicitará al Ayuntamiento de Barcelona una comisión de investigación del 'caso Garganté' y que se depure las responsabilidades políticas y policiales, así como que se aparte a los agentes de la Guardia Urbana implicados.

En el transcurso de una breve vista y a preguntas del juez, el médico ha asegurado que no había presentado una denuncia  formal y que únicamente prestó declaración ante agentes de la Guardia Urbana. Tras ello, ha agregado que no tenía "ningún interés" de continuar con el proceso judicial contra el regidor. Al ser un delito leve, tiene que haber obligatoriamente una denuncia de la víctima. Eso sí, el médico ha precisado al juez: "Quería que pusiera una cosa en el informe médico que no era verdad". en el atestado figuraba como marcada la casilla correspondiente a una denuncia.

Tras la absolución, Garganté ha afirmado: "He estado meses viviendo un montaje policial que se ha caído hoy en el minuto cero. Ya me habían sentenciado. Hoy se ha llevado una tremenda bofetada el montaje policial y de los medios de comunicación". El concejal ha detallado que no tenía la intención de presionar al médico y que simplemenTe tuvo una conversación con él para que volviera a reconocer al mantero herido. "Pediré responsabilidades políticas a la oposición que pidió mi dimisión", ha subrayado.

"MONTAJE POLICIAL"

El otro acusado, Esteban Yanischevsky, ha insistido que el caso es un "montaje policial" realizado con "falsedades", y ha relatado que solo conversaron con el médico para que este recogiera la versión del mantero herido. Es decir, que había sido empujado por las escaleras del metro por un agente de la Guardia Urbana. Aziz, representante de Tras la Manta, ha denunciado la persecución a la que son sometidos los vendedores ambulantes y cómo "la policía manipula". "Queremos vivir en paz", ha sentenciado.

La vista ha venido precedida por momentos de tensión a las puertas de la Ciutat de la Justícia, donde se han concentrado manifestantes en apoyo a los dos acusados, que se han encontrado con decenas de urbanos pidiendo la dimisión de Garganté. Los primeros, tras la lectura de un manifiesto por parte de un representante de los manteros, han lanzado gritos tachando de "asesina" a la policía municipal y se han vivido momentos de gran crispación, lo que ha provocado la intervención de los Mossos, que han desplegado un cordón de seguridad. Cuando ha llegado Garganté, ha entrado en el edificio judicial sin hacer declaraciones a la prensa, para no caldear más los ánimos. El alboroto ha provocado que el sindicato de funcionarios CESIF ha presentado una denuncia por amenazas y lesiones. 

Los hechos que debían de juzgarse se remontan al 23 de marzo. La Guardia Urbana activó una operación “disuasiva” para provocar la retirada de vendedores del 'top manta' que estaban cerca de la Rambla. Como ocurre habitualmente, huyeron con precipitación y a través de la boca del metro de Drassanes. En esa huida, un mantero se cayó por la escalera de la estación. Modou, el vendedor, se hizo daño y fue trasladado al ambulatorio de Peracamps.

El médico que lo atendió, José Luis L. F., rellenó el parte tras preguntar directamente al herido la causa del accidente. “Me caí”, dijo. Dos horas después del incidente, a las 18.15 horas, Garganté, acompañado de un representante de los manteros, fue al ambulatorio y preguntó por el médico. Casualmente, había un guardia urbano que también estaba siendo atendido en el centro sanitario y, al oír la conversación, se incorporó en la camilla, sacó su teléfono móvil, lo asomó por encima de la pared del box y grabó un video que publicó en exclusiva EL PERIÓDICO.

"NO VOY A CAMBIAR EL INFORME"

En la grabación se ve al médico que explica una y otra vez que el mantero le había dicho que se había caído y que no tenía ninguna sospecha de que hubiera sido empujado por la Guardia Urbana. Pero Garganté y el representante de los manteros le contestan que el lesionado no había dicho toda la verdad. “Que entre [el mantero] ahora y ya está”, propuso el concejal. “Yo no voy a cambiar el informe ahora”, se defiende el médico. “¿Por qué?”, insiste el edil. “Porque ya he escuchado su versión”, le replica el facultativo. “Pero es que no deberías haberlo escuchado con la Guardia Urbana al lado”, le regaña Garganté.

El representante del mantero y el regidor le reprochan al doctor falta de “objetividad” y le reclaman que haga otro informe incluyendo la nueva versión. El tira y afloja dura unos minutos. Tras el incidente, el médico declaró ante la Guardia Urbana que se había sentido presionado. La CUP, por su parte, negó entonces que su dirigente hubiera coaccionado al facultativo.

El proceso judicial abierto por este incidente ha sido controvertido desde un principio. La jueza que instruyo el caso consideró que Garganté incurrió en un delito leve (antiguas faltas) de coacciones. Sin embargo, la fiscalía no estuvo conforme y recurrió esta decisión,fiscalía al estimar que la acción del concejal era más grave de lo que señalaba la magistrada, a la vez que apuntaba que, además de las presuntas coacciones, a Garganté se le podía acusar también de un delito de falsedad documental.

La polémica jurídica fue zanjada el pasado mes de mayo. La Audiencia de Barcelona avaló la tesis del juezaAudiencia de Barcelona de considerar “leves” las presiones que el concejal de la CUP realizó sobre el médico. En opinión de la Audiencia, para valorar la “intensidad de la violencia ejercida” por Garganté hay que tener en cuenta no solo la acción en sí, sino también los resultados. Y es que el médico no cambió el parte de lesiones. "No dimitiré, lo volvería a hacer", aseguró en su día el concejal barcelonés.