Jordi Martí debuta con una táctica mano tendida a Trias

Jordi Martí se estrenó ayer como jefe de filas del PSC en el pleno del ayuntamiento. Quiso el azar que el estreno, además, coincidiera con una especie de edición de bolsillo de un pretendido debate sobre el estado de la ciudad, algo, en todo caso, nunca visto hasta ahora. Martí, por tanto, pudo presentar sus credenciales, en especial a Trias, de manera sosegada y sin premuras de tiempo. Alcanzó para vislumbrar que, bajo una primera apariencia de actitud pactista o, como mínimo, sensible al diálogo, Martí esconde cierto convencimiento de que la simple exposición de lo que él quiere para Barcelona y la contraposición a lo que Trias hace basta para borrar cualquier atisbo de acuerdo más o menos duradero con el gobierno.

«Usted debe decidir. Pero le será más fácil pactar con nosotros que con el PP», le espetó Martí a Trias en la réplica del debate. Antes, el flamante líder socialista había empleado un tono en modo de discurso de investidura para replicar el primer parlamento de Trias. Cierto es que había poco que replicar por cuanto el alcalde puso el piloto automático e hilvanó las ideas que, tras oírlas repetidamente los últimos ocho meses, se han convertido ya en un clásico: liderazgo, proximidad, atención a las personas...

TERRENO DE JUEGO / En ese discurso de investidura imposible que hizo, Martí dibujó «el terreno de juego», según él mismo expresó, de lo que él desea hacer por Barcelona. Tres patas tiene su edificio: educación, cultura y urbanismo. Se pasa así de la cohesión por la que siempre luchó Jordi Hereu, presente en el pleno, por otros items de carácter social. Con todo, el referente que sacó Martí no era el reciente alcalde, sino Pasqual Maragall. «Maragall transformó la piel de la ciudad, ahora toca transformar los intangibles», clamó

Apenas sí mordió, en esta parte del pleno. Y cuando lo hizo fue para acordarse del proyecto bandera de la administración Trias, el Blau@Ictinea que debe reformar el litoral entre Montjuïc y el Llobregat, y el plan de construir una marina de lujo en el Port Vell: «Esto no forma parte de nuestro modelo de ciudad».

EL PP RECUERDA LA MINORÍA/ Las primeras críticas torrenciales al discurso de Trias vinieron curiosamente, o quizá no tan curiosamente, del PP. Hizo hincapié Alberto Fernández Diaz, sobre todo en la situación de minoría de CiU. Una manera de recordar su oferta de pacto no atendida. Y también en la falta de concreción y de un calendario de lo que Trias pretende llevar a cabo.

ICV-EUiA sacó todo el jugo que pudo a la polémica por la gestión municipal de las guarderías. Con exhibición de camiseta reivinicativa por parte de Ricard Gomà incluida. Jordi Portabella (UpB) criticó, también, la ambigüedad y la falta de ambición de los postulados expresados por el alcalde.

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