Publicada en El Periódico el día 26 de mayo

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Aliviada 8 María Teresa Alsina celebra megáfono en mano y con su hijo la paralización del desahucio, ayer.

Aliviada 8 María Teresa Alsina celebra megáfono en mano y con su hijo la paralización del desahucio, ayer.

DAVID PLACER

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No es el marcador final, pero en la particular batalla de María Teresa Alsina, una jubilada del barrio de Sant Roc de Badalona de 71 años incapaz de pagar la deuda con su entidad bancaria, la mujer ha vencido. Al menos por ahora. Tras morir su marido, hace tres años, y después de que su hijo cayera en el paro, María Teresa no pudo hacer frente a la deuda en la que figura como avalista de su hijo. Su entidad financiera, Cajasol, se hizo con la propiedad del piso por la mitad del valor tasado, según ha explicado la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, y además queda debiendo a la entidad financiera 160.000 euros.

La caja intentó desahuciarla ya el 6 de mayo, pero unas 50 personas impidieron la entrada de la comitiva judicial. Ante la resistencia vecinal, la entidad tenía previsto ayer un nuevo desalojo con la ayuda de los Mossos, como avanzó ayer este diario. Pero la presión social de los afectados por la hipoteca y de los acampados de la plaza de Catalunya de Barcelona, que acudieron a la protesta, hizo que Cajasol pidiera la paralización.

Más de un centenar de personas esperaban desde las 9.30 horas la llegada de la policía. Pese a su depresión y su fibromialgia, María Teresa solía acudir a mostrar su solidaridad con las protestas de los jóvenes de la plaza de Catalunya. Ayer, le quisieron devolver el gesto.«Es un nuevo triunfo de la plataforma. A mí también me iban a desalojar, pero la presión social hizo que el banco paralizara el desahucio y me hiciera un contrato de alquiler»,cuenta Marisa Amugu, que no podía pagar su hipoteca desde que se jubiló por enfermedad y que ayer acudió para solidarizarse con la pensionista de Sant Roc. Las acciones de la plataforma han paralizado, al menos, siete desalojos este año.

El concejal de ICV Carles Sagués también se unió a la protesta y dijo que los ayuntamientos debían presionar a las entidades financieras para que negocien los pagos de los créditos que sus clientes, por la crisis, no pueden pagar.