Inauguración sin cinta

Veinte años después de su inauguración, fruto también de una intensa reivindicación vecinal, las pistas de skate de Via Favència vivieron este sábado otra jornada histórica: el estreno de su reforma integral. Un renacer peleadísimo por los jóvenes del barrio y canalizado a través del Kasal de Joves Roquetes, desde donde siempre se entendió el lugar como un «espacio de transformación» en el que trabajar con los chavales a través de la autogestión.

Como el resto de instalaciones deportivas, las pistas de skate de Via Favència se construyeron tras las movilizaciones de los vecinos de Nou Barris, que llegaron a parar las obras para exigir su cobertura. En las dos décadas transcurridas desde entonces, el espacio estuvo siempre gestionado y cuidado por los jóvenes del barrio, quienes veían cómo la ciudad organizadora de los X-Games «vendía Barcelona al mundo como la capital del deportes de aventura mientras se olvidaba la pista de Nou Barris», aseguran. Es más, el consistorio llegó a multar a los chicos de Nou Barris por «hacer modificaciones en la vía pública sin permisos» cuando, ante la falta de interés local, los propios jóvenes reformaban con sus manos, sus (pocos) recursos -y a su manera- el entonces decadente equipamiento.

Lo celebrado no es una victoria, sino dos. Además de lograr que el municipio escuchara sus demandas e invirtiera en modernizar la pista, los chicos del barrio, ayudados por la inestimable presión vecinal de sus mayores, forzaron al ayuntamiento a organizar un proceso participativo en el que los usuarios del espacio trabajaron los planos junto a los arquitectos y técnicos municipales.

La remodelación integral del espacio, de 2.200 metros cuadrados, ha ido a cargo del Institut Barcelona Esports y ha convertido la histórica pista en el tercer parque urbano de la ciudad para practicar skate, junto al de la Mar Bella y Àurea Cuadrado, en el distrito de Les Corts.

Los trabajos -en los que la ciudad ha invertido 352.000 euros y que han durado varios meses-, se han centrado en la construcción de una nueva pista polivalente para la práctica del skate y «otras modalidades de deporte urbano». El espacio incorpora, además, bancos, escaleras y gradas, donde -además de poder sentarse- los amantes de este deporte podrán demostrar sus habilidades sin temor a ser multados por incívicos, como sí ocurre cuando lo hacen en otros muchos espacios no pensados para ello.