MOVILIDAD

La T-Mobilitat, en riesgo de sufrir el enésimo retraso

Un nuevo aplazamiento de la prueba piloto de la tarjeta de transporte puede afectar la hoja de ruta

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Víctor Vargas Llamas / Barcelona

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La Autoritat de Transport Metropolità (ATM) ha anunciado una nueva demora de la prueba piloto de la T-Mobilitat, la tarjeta de transporte que integrará las redes de metro, autobuses urbanos e interurbanos, Rodalies y Ferrocarrils de la Generalitat, personalizando el pago en función de las rutinas de movilidad y el perfil del usuario. Este otoño estaba marcado en el calendario de la Generalitat para realizar los ensayos en la L-9, que debían fructificar con la implementación del servicio en toda el área metropolitana a finales del año que viene. Sin embargo, la prueba piloto se pospone "hasta octubre o noviembre" del 2018, según ha informado el responsable del proyecto, Òscar Playà. Una modificación que reduce a diciembre el margen de la entidad para cumplir con el plazo anunciado.

"Ha habido una reorganización del proyecto y, por tanto, de las fechas. Ahora no tiene sentido hacerla [la prueba piloto]", ha destacado Playà en declaraciones a BTV. Las previsiones iniciales eran que la prueba piloto fuera durante el 2016, pero después se optó por realizarla desde el actual otoño y por un periodo de cerca de un año, en la línea 9 sur de metro, para extenderla al final de ese periodo al entorno metropolitano barcelonés. Un año después, en el 2019, el sistema debía estar activo en el resto de Catalunya. El cambio de fechas para los tests sobre el terreno ponen en entredicho la aplicación del calendario definitivo del proyecto.

La puesta en marcha de la T-Mobilitat en el área metropolitana de Barcelona prevé una tarifa única de desplazamientos, de tal manera que se igualaría el coste para viajar en transporte público entre la primera y la segunda zona tarifaria, una reivindicación histórica de municipios como Molins de Rei o El Masnou.