El humor que no gusta a Maduro

George Harris es un humorista venezolano, un elemento incómodo para un régimen -el de Nicolás Maduro- que no gusta de críticas, aunque estas se hagan desde el humor. Por eso tiene vetada su presencia en casi todos los teatros y locales de Venezuela. Él, sin embargo, ha transformado el problema en oportunidad, se ha instalado en Miami y anda de gira por ciudades que cuentan con una amplia masa crítica de exiliados venezolanos. Como Calgary, Madrid, Dublín y Boston. Y como Barcelona, donde hoy presenta sus historias de misses y culebrones. «Es un show para recordar, reírnos de nosotros mismos y reflexionar sobre una realidad repetida: todo lo malo pasa», dice Harris. La cita es en el Hotel Barceló Sants (22.30 h. 18 euros. Entradas: www.revistavenezolana.com).