CONFLICTO LABORAL EN TMB
El bus de Barcelona convoca 11 días de huelga en junio
La mitad de los días laborables del mes de junio tendrán el bus a medio gas. El comité de empresa y los sindicatos han convocado a la plantilla a 11 jornadas de paro que empiezan este mismo viernes. Será durante las horas de mayor demanda. La negociación del convenio colectivo, tras 17 meses de infructuoso diálogo, aumenta unos cuantos grados el nivel de tensión. La empresa lidia con una deuda estratosférica y con la responsabilidad de ofrecer un transporte público de superficie de calidad. Por su parte, los trabajadores exprimen un derecho indiscutible que, sin embargo, altera la vida de decenas de miles de viajeros, atónitas víctimas del enconado conflicto entre patrono y empleado. Eso, sin tener en cuenta que el subterráneo también está de brazos cruzados esta misma semana y que en cualquier momento podría animarse a coincidir con sus hermanos de arriba. Una tormenta perfecta.
Los sindicatos CGT y COS han convocado este viernes un primer paro de 10 a 18 horas. A mediodía se manifestarán por el centro de Barcelona con final en Sant Jaume, donde aspiran a ser recibidos por Ada Colau. En asamblea en la misma plaza, decidirán si se suman al resto de paros propuestos por los sindicatos mayoritarios (UGT, CCOO, SIT, ACTUB, PSA, USOC, ACAT). La división sindical es un fenómeno endémico dentro de la compañía de autobuses. No tanto en la de metro, donde los trabajadores tradicionalmente han ido de la mano en sus reivindicaciones laborales.
MANIFESTACIÓN Y PAROS 'LOW COST'
El resto de movilizaciones se concentran durante la semana del 6 y el 13 de junio. Los miércoles, paro entre las 11 y las 17 horas y manifestación desde Universitat hasta Sant Jaume, donde exhibirán músculo ante la curia municipal. El resto de días, los denominados paros 'low cost' de dos horas, entre las 0.00 a 2.00 horas, de 8.30 a 10.30 horas y de 16.30 a 18.30 horas.
Ambas partes están convocadas el martes a una mediación en la sede de Treball para tratar, una vez más, de alcanzar un acuerdo que evite que los usuarios del transporte público paguen el pato. Si se alcanza un pacto toda movilización quedaría anulada, pero parece improbable. TMB podría pedir una tregua a los autobuseros para dialogar sin la espada de la huelga en el cuello. Es algo que ya solicitó al metro -pretendía que no hubiera paros hasta mayo del 2017-, pero la semana pasada la plantilla del subterráneo lo rechazó de manera unánime.
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