Bus y metro se conjuran en el primer gran pulso del transporte público a Colau

Cada amanecer es impredecible. Pueden pasar muchas cosas; novedades en el trabajo, en la vida personal. Pero hay ciertos elementos que no pueden requebrajarse porque de ellos depende la rutina ciudadana. Son pequeñas cosas que garantizan el engranaje de la ciudad. Y el transporte público es una de ellas. Si falla, todo suele ir tarde y mal. Bien lo sabe la plantilla de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), que, con absoluta legalidad, no ha dudado nunca en usar su papel imprescindible en la sociedad para presionar a la empresa en forma de huelgas. Si además se avecina el congreso de los congresos, el Mobile World Congress, mejor que mejor.

El bus toma el relevo del metro, que paró este martes con un seguimiento del 65%, y este miércoles está convocado a cruzarse de brazos entre las 10 y las 16 horas con servicios mínimos del 20%. La historia del transporte subterráneo y de superficie, sin embargo, debe explicarse por separado, puesto que el convenio colectivo es distinto (el de metro venció en diciembre del 2015, y el de bus, a finales del 2014). Coinciden en la reivindicación de sus derechos laborales y en el modo de apretar a TMB, aunque no siempre han ido en la misma dirección. 

En el 2012 parecían conjurados a paralizar la cita mundial de la telefonía, pero el metro rompió la unidad y alcanzó un acuerdo con la dirección. El bus siguió la batalla en solitario, hasta que pocas horas antes de que la feria abriera sus puertas, en una asamblea de película, aceptó seguir negociando y levantó la amenaza. La feria tuvo bus y metro, y los gobiernos de Xavier Trias y Artur Mas respiraron.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"En el 2012, el organizador del Mobile\u00a0","text":"ya advirti\u00f3 de que sin transporte p\u00fablico, el congreso corr\u00eda peligro"}}

PALABRA DE HOFFMAN

Se repite la historia, porque el suburbano tiene convocadas huelgas de 24 horas los días 22 y 24 de febrero, en pleno Mobile. Esto afectaría a la línea 9, que se inaugura el 12 de febrero y tiene estación junto al recinto ferial, tal y como exigió hace tres años John Hoffman, presidente de GSMA, empresa organizadora del congreso. El bus -o más bien dicho, una parte de su comité de empresa- decidirá en próximas asambleas si se une o no a esta convocatoria del subterráneo. Pero el historial de movilizaciones invita a apostar por el 'sí'. 

La presidenta de TMB y concejala de Movilidad, Mercedes Vidal, ha recordado este martes que el "escenario de huelga no es deseable para nadie, ni para la empresa, ni para los trabajadores, ni para los ciudadanos". Por la mañana ha recibido a representantes de la plantilla del metro, un encuentro que ha calificado de "positivo" pero que en la práctica no parece haber surtido efecto alguno en el conflicto laboral. 

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"Como presidenta de TMB,\u00a0","text":"\"Como presidenta de TMB,\u00a0represento tanto a la direcci\u00f3n como a los trabajadores de la empresa\", asegura la concejala de Movilidad"}}

"He detectado buena voluntad de entendimiento", ha resumido la edila, que ha reclamado no llevar el tema al campo de la política. Vidal ha admitido que queda "mucho camino por recorrer" y ha asegurado que el gobierno de Barcelona en Comú "huye de posiciones inmovilistas". También ha defendido que como presidenta de TMB, "representa tanto a la dirección como a los trabajadores", declaración poco o nada habitual en alguien que ocupa su cargo.

SUELDO DE LOS DIRECTIVOS

Sobre la transparencia en la empresa metropolitana de transportes, la concejala ha avanzado que "en próximas fechas habrá avances importantes". Respondía a una pregunta sobre los sueldos de los directivos de la empresa, una información por la que los sindicatos llevan años batallando, pues consideran que la congelación de sueldos de la plantilla ha venido acompañada de incrementos en los puestos medios y altos. En este sentido, Vidal ha recordado que el consejero delegado de TMB tiene ahora un sueldo un 40% inferior al del anterior mandato, y que el coste gerencial ha caído un 30%. De sus palabras, se deduce que esos salarios podrían salir pronto a la luz. 

El paro parcial de metro que ha sufrido este martes a Barcelona entre las 10 y las 15 horas se ha cerrado sin incidencias destacables, aunque ha provocado retrasos de hasta media hora y grandes aglomeraciones en andenes y trenes. Los usuarios han soportado con resignación y paciencia la huelga, aunque muchos de ellos no han podido ocultar su malestar. 

“Los ciudadanos siempre tenemos que pagar dos veces: por las molestias que causan los paros y por los costes del servicio, que se encarecerá con el próximo convenio colectivo”, ha resumido Paco Egea, un vecino de Barcelona que ha tenido que madrugar más de lo habitual y salir antes del trabajo para paliar los previsibles retrasos.