LA TRANSFORMACIÓN DE BCN (2)

La hora de Pere IV

Vista de la degradada callede Pere IV a la altura de la confluencia con Fluvià.

Vista de la degradada callede Pere IV a la altura de la confluencia con Fluvià.

RAMON COMORERA / BARCELONA

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Son 3,1 kilómetros, un tercio de la larguísima Gran Via. Es la calle de Pere IV, la antigua carretera de Mataró, que con su trazado en diagonal sobre la trama de Cerdà ha sido durante buena parte de los últimos dos siglos la espina dorsal del Poblenou, cuna de la revolución industrial en Catalunya. Pero esa pujanza quedó atrás con la deslocalización masiva que transformó el barrio en las últimas décadas. Hoy es una vía muy desigual, a tramos rota o hasta desolada, y especialmente olvidada, aunque llena de edificios protegidos de ese pasado notable y con solares vacíos. Su renacimiento se gestó en el 2012 hasta que CiU acabó un proyecto ejecutivo de una primera fase para reurbanizar de Roc Boronat a Bilbao. Por dos veces la obra se pactó e incluyó en vano en el presupuesto. Tras un tiempo de dudas, y también de desconocimiento, según se asegura, el equipo de Ada Colau retoma el plan para licitarlo e iniciarlo al final en marzo del 2016.

El compromiso del concejal del distrito de Sant Martí, Josep Maria Montaner, es aprobar en el próximo pleno, con los apoyos necesarios de otros grupos, esa actuación que pacificará el tráfico y dará prioridad al peatón. En paralelo, Barcelona en Comú (BC) redactará el anteproyecto del resto del eje cívico para ejecutarlo por fases en el futuro.

PRIORIDAD AL TRAMO DE BESÒS

No era esta, sin embargo, la intención de la formación que gobierna ahora el ayuntamiento, como se reconoció en el consejo de distrito celebrado la pasada semana. BC prometió en su programa electoral que la reforma de Pere IV empezaría por el extremo del Besòs, hasta la rambla de Prim, que es el sector más degradado y desestructurado. Sin embargo, la existencia «en un cajón» del proyecto ejecutivo ya a punto, así como la disponibilidad de los 8,3 millones que costarán los trabajos, ha cambiado los planes «por responsabilidad».

El último anuncio de CiU antes de las municipales, y después de pactar con el PSC el inicio de esa reurbanización, fue que la obra podría empezar en octubre, tras el verano. Ese es el plazo que tenía claro el presidente de la Associació de Veïns del Poblenou, Salvador Clarós. «Todo estaba cerrado tras un proceso participativo que duró un año. El retraso es excesivo y no se puede esperar más», ha explicado. En efecto, los trabajos empezarán, según se anuncia, pero seis meses después de ese plazo.

A tenor de los datos del actual proyecto ejecutivo, en los 600 metros que van de Roc Boronat a Bilbao la sección de Pere IV con aceras estrechas y cuatro o cinco carriles de circulación dejará paso a una acera lado mar de 9,4 metros, incluido un carril bici segregado junto a la calzada, dos carriles de tráfico solo en sentido Besòs, uno de ellos para servicios, de otros 5,6 metros, y una acera lado montaña de 4 metros más. A ambos lados, dos hileras de árboles.

La complejidad de ordenar y modernizar las redes de servicios que discurren por el subsuelo de la calle alargará las obras 18 meses. Por ello, este primer tramo no se prevé acabarlo hasta octubre del 2017. Será entonces cuando se aborde el del Besòs y, sucesivamente, en otras dos o tres fases más, el resto de ese sector hasta la Diagonal y también el del inicio de la vía en el otro extremo, a partir de la calle de Zamora.

Para el final quedará lo que el secretario técnico del distrito, Marc Andreu, calificó de guinda de la creación del eje cívico: la apertura del parque del Centre del Poblenou, obra polémica, conflictiva y de una conservación muy difícil del arquitecto estrella Jean Nouvel, estrenada en el 2008. Se abordará entonces la desaparición de los inefables muros que encierran esta zona verde barroca, fragmentada y elitista situada en el cruce de Pere IV con la Diagonal. Estas paredes, además de hacer impermeable el lugar a los vecinos, rompen la continuidad de la calle.

La prioridad en los próximos años será, sin embargo, ir desarrollando de forma conjunta a las obras un plan para integrar la vía en el barrio e impulsar la rehabilitación y el uso de edificios, especialmente muchos bajos en desuso desde hace tiempo. El pleno del distrito aprobó, en este sentido, y con el voto de BC, una proposición de la CUP para impulsar un plan de desarrollo social, económico y cultural.

PATRIMONIO

En la propia calle y su entorno existen hasta 42 edificios industriales y de viviendas catalogados y protegidos. En el infográfico superior se destacan una decena. Este patrimonio arquitectónico es uno de los principales valores sobre los que puede apoyarse el renacer de la vía. Los hay privados y públicos, restaurados y en servicio, en desuso, abandonados y también en obras.

Cinco destacan entre los de titularidad pública: el de la cooperativa Pau i Justícia, cedido para ubicar a finales del 2016 la sala Beckett de teatro; la fábrica Oliva Artés, subsede ya en funcionamiento del Museu d'Història de Barcelona; el centro de creación artística Hangar, el Casal de Joves del Poblenou y, en un futuro, un campus de la Universitat de Barcelona en el enorme recinto de la fábrica de Can Ricart; el centro de producción artística La Escocesa; y la reconstrucción de la fábrica de Ca l'Alier a cargo de las multinacionales Cisco y Schneider Electric para abrir centros de investigación.