ALERTA EN SANT MARTÍ

Exhibicionista en la Vila Olímpica

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CARLOS MÁRQUEZ DANIEL / BARCELONA

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Lo vieron a mediados de octubre y no daban crédito. “Primero pensé que tenía frío y que por eso ponía las manos dentro del pantalón”. Era un día incómodo; lloviznaba. El hombre, de unos 30 años, vestía chaqueta con capucha y pantalón tejano. Zapatillas deportivas blancas, de unos 30 años. El vecino, desde su ventana, se quedó pasmado cuando, al pasar una mujer, el sujeto sacó el pene por el agujero de la cremallera y lo blandió con ambas manos.

Sucedió hace un par de semanas y ya se la ha visto dos veces, la última, el miércoles pasado, siempre en el mismo sitio, el parque de Carles I, en la Vila Olímpica, en el distrito de Sant Martí. Se coloca cerca de uno de los accesos, el del paseo de Circumval·lació. El hombre no media palabra con sus víctimas, a las que enseña el miembro en el momento en que las tiene cerca. Hace lo propio incluso con menores, según el testimonio de este residente, que asegura que “pasaron varias adolescentes, incluso niñas, e hizo lo mismo”.

LLAMADA DESPUÉS DE LA NOTICIA

La primera vez que lo vio, el vecino Antonio, por ponerle algún nombre, llamó a la Guardia Urbana, que se personó antes de 10 minutos en el parque. El sospechoso, sin embargo, ya se había marchado corriendo pocos instantes antes. La policía dio una vuelta por la zona, sin suerte. Sorprende que no devolvieran la llamada al denunciante para ver si podía aportar una descripción más concreta del exhibicionista, tanto física como de manera de vestir. “Nunca me llamaron. Me extrañó un poco”. El propio parte de la policía local señala que el vecino tomó fotografías del exhibicionista, pero ningún agente se puso en contacto con él para pedírselas y, de este modo, facilitar su captura hasta la tarde de este sábado, después de que EL PERIÓDICO publicara la noticia. Un portavoz de la policía, que recuerda que se reciben "muchas llamadas falsas", declaró antes de la llamada que el vecino debería haberse desplazado a la comisaría para presentar las fotos y la correspondiente denuncia.

Antonio asegura que no es la primera vez que ve a un hombre mostrando su pene en este parque. Hace algunos meses pudo distinguir a un individuo de rasgos orientales en actitud idéntica, sin acosar a las mujeres pero sacando los genitales ante cualquiera que pasara. Un portavoz de los Mossos d'Esquadra confirma, sin detallar fechas, que se han recibido varios avisos al respecto sobre exhibicionistas en esta zona: "Han sido casos puntuales, no periódicos, pero no nos ha llegado denuncia alguna en los últimos tiempos". Es así porque los vecinos optaron por reportar a la Urbana, que al no hallar nada, no consideró necesario poner el asunto en conocimiento de la policía catalana.

MASTURBACIÓN EN LA CALLE

El informe policial de la Guardia Urbana, con fecha de 13 de octubre, incluye la descripción que el vecino hizo del acosador. Complexión media, unos 30 años, zapatillas deportivas blancas. El documento señala que el hombre se masturbó y que mostraba el pene "cuando pasaban niñas pequeñas". 

Al exhibirse ante menores, el sujeto está cometiendo un delito de exhibicionismo y provocación sexual, y según el código penal, se expone a penas de prisión de entre seis y 12 meses o a una multa de entre uno y dos años. Le caería la misma sentencia si tuviera la misma actitud ante "personas con discapacidad necesitadas de especial protección". Respecto a las mayores de edad, si no media denuncia, no hay persecución legal posible.

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La segunda vez que le vieron, el pasado miércoles, un grupo de cuatro vecinos se conjuraron para ir a por él. Vestía exactamente igual, pero con zapatillas oscuras. Armados con paraguas, se adentraron en el parque por varios flancos, pero el sospechoso ya se había ido. "A este barrio ya solo le faltaba un acosador", se queja la propietaria de un piso de la avenida Icària. 

 El parque de Carles I está pendiente de una reforma por parte del ayuntamiento. No es una zona ajardinada demasiado transitada. Se encuentra a medio camino entre la parada de metro de Ciutadella y el Port Olímpic, pero la mayoría de ciudadanos y, sobre todo, turistas bajan por la calle de Ramon Trias Fargas. El distrito ha encargado a BIMSA un anteproyecto de reforma que debería estar listo en noviembre. Si los plazos se cumplen, las obras no empezarán, cosas de la burocracia, hasta septiembre del 2017. El consistorio, según aporta el consejero técnico de Sant Martí, Marc Andreu, tiene previsto un huerto urbano, mejoras en las zonas infantiles y renovar la vegetación para evitar los lugares escondidos. También se mejorará la iluminación después de que los vecinos hayan denunciado repetidamente la presencia de parejas practicando sexo. La última fue cazada hace tan solo unos días en uno de los bancos que da a la calle de Moscou, donde ya han sufrido lo suyo, con incivismo salvaje en forma de botellón, excrementos en los interfonos y peleas.