ASESINATO MACHISTA

Un hombre mata a la mujer con la que convivía en el Eixample

Puerta precintada por los Mossos del piso de la calle de Còrsega en el que se perpetró el crimen.

Puerta precintada por los Mossos del piso de la calle de Còrsega en el que se perpetró el crimen.

FERRAN COSCULLUELA
BARCELONA

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Un hombre de 70 años apuñaló ayer mortalmente a la mujer de 48 años con la que convivía en un piso situado en el número 646 de la calle de Còrsega de Barcelona. Los hechos sucedieron pasadas las ocho de la mañana, cuando José Belmonte llamó a la puerta de uno de sus vecinos para pedirle que avisara a la policía porque había matado a su mujer. Inmediatamente hicieron acto de presencia agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la comisaría de Sant Martí, que procedieron a la detención del presunto homicida, así como una ambulancia del Servicio de Emergencias Médicas (SEM), que no pudo hacer nada por Emy Bonmatí, que es como se llamaba la víctima.

La policía catalana está investigando cuál era la relación que mantenía estas dos personas, ya que se desconoce si eran pareja o tenían otro tipo de vinculación. Los vecinos explicaron ayer que el hombre es una persona que apenas se relacionaba con el resto de los habitantes del bloque. «Siempre va vestido con traje y corbata y se limita a saludar con un hola y adiós cuanto te cruzas con él en la escalera. No es una persona que tenga diálogo», explicaba Xavier, que vive en el ático de la finca.

Una percepción que concuerda con la de otros vecinos del inmueble, la mayoría de los cuales desconocían que viviera con una mujer, a pesar de que el nombre de ambos figura en el buzón del piso 4º-2ª. Fuentes próximas a la investigación han confirmado que la víctima pernoctaba a menudo en la vivienda, pero todavía no está claro si era una relación de amistad u amorosa.

María Lourdes, una vecina que vive en el piso tercero, explicaba ayer que Belmonte llamó a una de las puertas de su rellano y pidió que avisaran a la policía porque había matado «a su mujer». Según su versión, una vez alertados, los agentes pidieron que el agresor se pusiera al teléfono y les explicara lo que había pasado. «Estaba muy tranquilo y les dijo que la había matado porque había descubierto que lo estaba envenenando», recordó.

ASPECTO DETERIORADO / Aunque la víctima no se dejaba ver mucho por la finca, algunas vecinas sí que la habían visto alguna vez. La describen como una mujer morena, más alta que el agresor y muy delgada. «Se le veía con un aspecto físico deteriorado. Le faltaban algunos dientes y no pegaba nada con él. Una vez nos dijo que estaba enferma», explicó.

José Belmonte era asiduo a un supermercado próximo a su domicilio de la calla de Còrsega, en el que vivía desde hace unos dos años. Las dependientas ratificaron que siempre iba con traje y corbata, aunque al parecer el traje era siempre el mismo. «Era educado, siempre guardaba su turno y acostumbraba a comprar embutidos para su mujer. Una vez nos dijo que él era vegetariano y que los embutidos eran para su mujer», recordaron.

Las empleadas del supermercado destacaron que la relación del agresor con la víctima era «extraña» y que cuando ella iba a la peluquería, él pagaba personalmente el servicio y nunca le daba el dinero a ella. «En las últimas semanas se le veía ausente y con un aspecto dejado. Iba con traje, pero estaba lleno de manchas y llevaba el pelo como sucio de grasa», afirmaron.