UNA HISTORIA DEL EIXAMPLE... el mercado de La Concepció

Alimentos con flores

Céntrico 8 El mercado de la Concepció y su peculiar estructura.

Céntrico 8 El mercado de la Concepció y su peculiar estructura.

PATRICIA BARAJAS / BARCELONA

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Mucho más de un siglo. 128 años tiene el mercado de La Concepció (Aragó 313-317), uno de los más emblemáticos. El monumental edificio modernista está en pleno barrio de la Dreta de l'Eixample, en unos terrenos que fueron cedidos por el abogado Joan Pla Moreau. Antoni Rovira Trias lo construyó en 1888.

El ayuntamiento decidió levantarlo en ese emplazamiento porque el barrio, mayoritariamente burgués, estaba cada vez más poblado y era necesario mejorar los servicios. El nombre hace referencia a la iglesia gótica de La Concepció, situada muy cerca, que fue reconstruida pocos años antes.

La manzana donde fue levantado ya albergaba originalmente puestos al aire libre desde mediados del siglo XVIII. "Por aquel entonces, mi bisabuelo era pescador y ya vendía el producto ahí", explica Alex Goñi, presidente de la Associació de Venedors del Mercat de La Concepció. "Cuando se construyó el marcado compraron un puesto y ya vamos por la cuarta generación", añade.

Después de un periodo de decadencia, en 1998 se finalizaron las obras de reforma del interior del mercado. La estructura se conservó casi íntegramente. El único cambio que sufrió la parte exterior fue que se sustituyeron los cierres de laminas de madera por cristales. "La estructura era tan buena que en la remodelación se respetaron las vigas de madera de pino negro de Soria", añade Goñi.

TALLERES INFANTILES

El edificio modernista llama la atención de por sí, pero tiene algo que lo hace diferente a los demás mercados de la ciudad. Dos floristerías alegran el paseo a los viandantes y dan un toque de color a la manzana. "La entrada por la calle de València es un placer. Ver las plantas y flores me anima cada vez que paso por delante", comenta Carmen Vázquez, vecina del barrio.

El mercado tiene 60 puestos y es muy activo. Entre semana acuden personas mayores y los sábados la clientela es familiar. Todos los sábados, de 11 a 14 horas, hay diferentes actividades para los más pequeños.