UNA HISTORIA DE SANTS-MONTJUÏC... Casa de la Premsa

El palacio informativo

Modernista 8 Fachada de la Casa de la Premsa, en Rius i Taulet, 5.

Modernista 8 Fachada de la Casa de la Premsa, en Rius i Taulet, 5.

IGNACIO PADILLA / BARCELONA

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Los vecinos del barrio del Poble Sec demandan que la Casa de la Premsa (Rius i Taulet, 5), también conocido como Palau de la Premsa, actualmente en desuso, se convierta en equipamiento de barrio. La comisión vecinal para su recuperación abrió las puertas del edificio el 18 de junio para enseñarlo a los vecinos y sumar adhesiones. Sueñan con que esta joya modernista escriba un nuevo capítulo en su historia que los incluya como protagonistas.

"Poble Sec es un barrio alargado y con pendiente", explica Jordi Goñi, presidente de la Comissió per la Recuperació del Palau de la Premsa. "Los equipamientos que hay en un extremo del barrio quedan lejos para los que viven en la otra punta. En la zona de la Fira de Montjuïc faltan equipamientos", agrega.

HIJO DE DOMÈNECH I MONTANER

La Casa de la Premsa fue una de las numerosas edificaciones que se construyeron en Montjuïc para recibir la Exposición Internacional de 1929, entre las que está el Palau Nacional. Fue obra del arquitecto Pere Domènech Roura. La fachada modernista es testimonio de la influencia que su padre, Lluis Domènech i Montaner, tuvo sobre su obra.

El inmueble funcionó como sala de prensa durante la Exposición. "Fue una redacción a la vanguardia de la época", señala Josep Guzmán, miembro del Centre de Recerca Històrica del Poble Sec. Había de todo: telégrafos, dos teléfonos con línea internacional, una sala oscura para revelar fotos y 13 habitaciones para alojar a los periodistas extranjeros.

Terminada la exposición se instaló allí el comité de liquidación, a cargo del cierre contable. En 1934 pasó a manos de la Guardia Urbana. Los mandos del cuerpos policial tuvieron ahí sus despachos hasta finales de los 80.

Desde entonces, ha quedado en desuso. A las demandas vecinales se suma una propuesta para acoger un espacio expositivo del Institut del Teatre. Fuentes municipales sostienen que "habrá que esperar presupuestos, negociación política y proceso participativo para acabar de decidir los futuros usos".