El Gremi de Restauració recurre la ordenación de las terrazas de Poble Sec

Acusa al ayuntamiento de falsear el proceso participativo para recortar los horarios

TERRAZA CALLE BLAI

TERRAZA CALLE BLAI / periodico

EL PERIÓDICO / BARCELONA

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La decisión de recortar una hora el horario de las terrazas de las calles de Blai Blesa, en Poble Sec, ha abierto un nuevo motín en el sector de la restauración. Más allá de los perjuicios económicos que pueda comportar, el Gremi de Restauració de Barcelona acusa al ayuntamiento de "falsear" el proceso participativo con motivo de la ordenación y asegura que en ningún momento ha habido consenso. Por esa razón, ha anunciado que presentará un recurso contencioso tras la publicación formal del decreto de ordenación.

Este concurrido eje de terrazas cuenta en la actualidad con 42 operadores y 34 veladores autorizados y, por sus particularidades, está entre la treintena de zonas consideradas singulares y que tendrán una regulación especial. Su densidad ha motivado reiteradas quejas vecinales por ruido. Pero la decisión de fijar en 37 el máximo de terrazas, con un total de 148 mesas distribuidas de determinada manera y, sobre todo, con un recorte de una hora, no ha gustado al sector ni en el fondo ni en la forma. El ayuntamiento lo hizo público el pasado fin de semana asegurando que se había alcanzado un acuerdo con vecinos y restauradores tras un proceso participativo, según precisó el concejal de Sants-MontjuïcJaume Asens.

DISCREPANCIAS

Pero el Gremi aduce que los empresarios de la zona "no aprueban la restricción horaria impuesta por el ayuntamiento", ni han consensuado nada con Asens. La patronal alertó hace meses de las "deficiencias del proceso participativo" y pidió al distrito una nueva reunión con los vecinos y restauradores afectados, pero afirman que no se la concedieron. En cambio, el consistorio "dio legitimidad" a una reunión celebrada en octubre a la que no fueron convocados "adecuadamente", dicen. 

Tras saberse que las terrazas se tendrán que desmontar entre semana a las 23.00 horas y a medianoche los viernes y sábados, el gremio se queja de agravio comparativo con otras zonas. Por contra, el ayuntamiento pretende dar respuesta a la queja de residentes de la zona cansados de lo que consideran una excesiva concentración a pie de sus balcones.

Ahora, el ninguneo que siente el sector por parte de la Administración les ha llevado a interponer un iniminente recurso contencioso administrativo. Alegan que la medida "vulnera el espíritu y los canales de la ordenanza" para modificar los horarios y argumentan que esas terrazas implican 350 puestos de trabajo que se pueden ver afectados.