Germanetes decide

El paso del tiempo se refleja en Mafalda, quien aguarda plantada en el centro del solar, completamente sola. Su condición de gigante de cartón la hace vulnerable, y el frío y la lluvia han hecho mella en su melena, pero no ha borrado su sonrisa perenne. Hoy tiene motivos. La lucha que representa ha dado sus frutos. Es la de la Esquerra del Eixample por la construcción de un instituto en la mayor parcela del solar de Germanetes (que toma el nombre del convento de las Hermanitas de los Pobres), en media manzana entre Consell de Cent, Comte Borrell y Viladomat. El próximo curso el barrio dispondrá de dos nuevas líneas de ESO en un nuevo instituto en el barrio. De momento en barracones, eso sí. En barracones que se ubicarán fuera del solar, para no hipotecar la construcción del instituto definitivo, que no se prevé que empiece antes de tres años. Pero, como tres años dan para mucho, la sonrisa de Mafalda puede tener otro motivo. En pocos meses, la zona se convertirá, al fin, en un gran espacio público para el barrio, otra de las demandas históricas, con la creación de un jardín provisional dentro del programa de microurbanizaciones impulsado por el municipio.

«La apertura de esta parte del solar es una victoria vecinal, y lo celebramos, el problema son las formas», apunta Guillermo Rojo, miembro de la vocalía de Urbanismo de la asociación de vecinos de la Esquerra del Eixample y del colectivo Recreant Cruïlles, entidades que gestionan desde hace un año el Espai Germanetes, recuperado por el vecindario dentro del Pla Buits, junto al futuro jardín.

POLÍTICA DE HECHOS CONSUMADOS

Las formas que critica Rojo son «los hechos consumados» . «Los vecinos llevamos tres años reivindicando el solar entero y uno gestionando esta parte. Lo mínimo que podrían haber hecho es establecer un diálogo para preguntar cómo queremos que sea este espacio, pero nos dicen que no hay tiempo», prosigue Rojo. «Ahora les entran las prisas, cuando la reivindicación se remonta al 2006, cuando el municipio lo adquirió», añade. Para demostrar que sí lo hay, el pasado fin de semana y este jueves, Recreant Cruïlles, la asociación de vecinos y la asamblea de barrio de la Esquerra del Eixample han organizado por su cuenta un proceso participativo. Tres talleres abiertos en el Espai Germanetes, la pequeña parte ya abierta y autogestionada.

Entre las peticiones de algunos de los vecinos para el parque, está que siga siendo de tierra. «Estamos cansados de plazas duras», apuntan. Además de la apertura del solar central y del inicio –pese a ser en barracones– del instituto para el próximo curso, el distrito también ha anunciado que en breve hará permeable el solar. Esta era otra de las reivindicaciones vecinales clásicas, con una suerte de corredor verde entre las calles de Borrell y de Viladomat, por los jardines de Emma.