Frente común ante el Gobierno central

La reunión celebrada este viernes entre el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, también ha tenido su pata soberanista. No ha sido el tema “central” de la conversación, ha dicho Colau, pero ha estado sobre la mesa.

Colau ha hecho gala de su aportación habitual de intensidad media -la de quien no se califica de independentista pero acusa al PP de maltratar a Catalunya- y ha defendido la celebración de un referendo: “Creemos que es la mejor solución”. La ciudad, ha dicho, se implicará en cualquier “debate constituyente”: “Barcelona nunca le fallará a Catalunya”.

EN TODAS LAS HIPÓTESIS

El propósito tendrá concreción, ya que Colau ha asegurado que ha acordado con Puigdemont que la Generalitat y el consistorio formen "un frente común" ante el Estado en la lucha por grandes infraestructuras como la Sagrera. "En todas las hipótesis, formaremos un frente común", ha apostillado.

Si Colau ha hablado de frente común ante el Gobierno central, Munté lo ha definido como “unidad de acción” en temas como el traspaso de Rodalies, el transporte público metropolitano y la Sagrera.

EL ATENTADO DE PARÍS

En seguridad, Colau y Puigdemont han hablado de la coordinación entre Mossos y la Guardia Urbana, que han juzgado positiva y relevante en el marco del riesgo de atentados como el que sufrió París. La edila ha subrayado que ese objetivo no presupone que la coordinación actual no funcione.

LA DEUDA

Ni siquiera la economía ha enturbiado la reunión, pese a que una de las heridas por las que ha sangrado estos años el ayuntamiento es la deuda de la Generalitat. La alcaldesa ha elogiado la actitud de la Generalitat y ha informado de que la Administración autonómica reconoce 95 millones de deuda contable con el consistorio, que, ha precisado, fija la cifra en 109 millones de euros. Antes de la reunión de Colau con Mas, la Generalitat reconocía solo 35 millones. El entonces 'president' la subió a 55 millones en el encuentro de julio.

La alcaldesa ha explicado que ha pactado con el ‘president’ reactivar la reunión de la comisión mixta entre ambas administraciones, que se reúne dos veces al año y que, ha dicho, lo hará más veces si es necesario.

Es en este marco en el que se prevé establecer un calendario de pagos por parte de la Generalitat. Otro apartado es el de la deuda ciudadana: el dinero que el Gobierno catalán ha dejado de invertir en los últimos años en los consorcios de salud, vivienda, servicios sociales y sanidad. Colau calcula que la desinversión alcanzó entre el 2001 y el 2005 unos 30 millones de euros anuales. También en la comisión mixta se hablará del desarrollo del plan de barrios.

CONTRA EL PP

Para demostrar de qué lado se encuentra en este pleito, Colau ha rechazado con contundencia el recurso presentado por el Gobierno central contra el departamento de Exterior del Ejecutivo de Puigdemont, anunciado este viernes. Es una estrategia “inmovilista, arrogante y autoritaria”, ha asegurado, antes de instar al PP a que abandone la línea de llevar cuestiones políticas al ámbito judicial y confiar en que un nuevo Gobierno central se comportará de otra forma.