Vigilancia de las infracciones en el transporte

El fraude baja en el metro pero aún se cuelan 3 de cada 100 pasajeros

Un hombre pasa, sin validar billete alguno, por debajo de un torniquete de la estación de metro de Jaume I de la L-4, ayer.

Un hombre pasa, sin validar billete alguno, por debajo de un torniquete de la estación de metro de Jaume I de la L-4, ayer.

RAMON COMORERA
BARCELONA

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Entrar en el metro sin pagar haciendo el trenecito (pasar pegado a la espalda de quien valida), sujetando las puertas o saltando las máquinas canceladoras como un incívico acróbata, entre muchas otras formas de picaresca, sigue siendo algo frecuente en la vasta red del suburbano. Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) puso en marcha hace tres años un plan intensivo contra unas prácticas que entonces alcanzaban nada menos que al 6,63% de los usuarios. El balance del 2012 ha reducido el volumen de quienes no pagan a menos de la mitad, al 3,09%, con una disminución de 0,36 puntos respecto al 2011. Es el tercer año consecutivo de descensos, pero aún sigue habiendo tres listos por cada cien usuarios.

En los autobuses, en cambio, el fraude creció el año pasado hasta el 2,71% según los datos facilitados ayer por TMB, 0,56 puntos más que en el 2011. Marc Dargallo, jefe de estudios de la operadora, dijo que este repunte está relacionado con las jornadas de huelga realizadas en octubre por los conductores, el mismo mes en el que se hizo el estudio. La coincidencia de los paros parciales con seis de los 10 días en los que el equipo de observadores hizo el trabajo de campo de los infractores explicaría el aumento.

La discontinuidad del servicio según la hora del día y las aglomeraciones que se producían cuando había los vehículos mínimos explicarían el fenómeno de esas fechas. Dargallo insistió, sin embargo, en que la cifra seguía por debajo del 3,27% registrada en el 2009. También remarcó que la reducción era, en este caso, menos pronunciada que en el metro al ser inferior el punto de partida.

CONTROL CAMUFLADO / Estos datos corresponden al llamado fraude observado muy distinto, y mucho más fiable estadísticamente según TMB, al fraude detectado que corresponde a las personas que son controladas y multadas por los interventores. El primero se basa en dos equipos de 22 observadores que camuflados ante las líneas de peaje del metro y cerca de los conductores en los autobuses cuentan discretamente a todo aquel que no valida un billete. En el suburbano se actuó en un total de 261 vestíbulos entre los días 5 y 30 de noviembre pasados. En el transporte de superficie, estos observadores se colocaron en 110 vehículos de 56 líneas entre el 9 y el 29 de octubre.

El plan que ha permitido este descenso general del fraude se basa en cinco medidas. La primera y más efectiva, según destacó Carles Alonso, responsable del mismo, es la sustitución progresiva en el metro de los clásicos torniquetes por puertas de apertura lateral. El 72% de los vestíbulos están equipados ahora con estas puertas deslizantes frente al 54% del 2009. El año pasado se incorporaron estos mecanismos a siete estaciones de la L-1 (Torras i Bages, Arc de Triomf, Bellvitge y Glòries), L-4-

(Urquinaona y Bogatell) y L-5 (Sant Ildefons). Pronto se añadirá a la lista Virrei Amat de la L-5.

La segunda medida son las intervenciones masivas que concentran durante horas a muchos interventores y vigilantes en zonas de alta afluencia de viajeros. La petición masiva de billetes tiene dos efectos, según TMB: uno de disuasorio inmediato y otro de pedagógico a medio plazo. En el 2011 hubo 88 controles así, cifra que se duplicó el pasado año hasta llegar a 173. En el 2013 se prevé un número similar.

VIGILANTES Y AUXILIARES / Un tercer elemento antifraude es el despliegue de vigilantes de seguridad en ciertos vestíbulos del metro. Esta presencia será de 1.333 horas a la semana el presente año. En el caso de los buses, se mantienen tanto la figura disuasoria del auxiliar de validación, persona que se sitúa detrás de las máquinas (4.256 horas anuales para el 2013), como los vigilantes que acompañan a los interventores (1.092 horas anuales).

Las campañas de publicidad son el cuarto elemento del plan. En el 2010 y el 2011 fueron externas con lemas de impacto como Qui la fa la paga o Et creus molt llest? El año pasado, y así se seguirá en este 2013, los mensajes informativos de 20 segundos se difunden por las 1.900 pantallas de la red. El aumento de 50 a 100 euros de la multa por ir sin billete, en vigor desde el 2012, es el quinto y destacado elemento del plan, destaca TMB.