El fiscal pide prisión para unos vigilantes que agredieron a un musulmán

La Fiscalía de Delitos de Odio y Discriminación de Barcelona pide un año de prisión y una multa de 600 euros para cinco vigilantes de seguridad del Hospital del Mar que el 19 de julio del 2013 supuestamente agredieron e insultaron a un taxista de confesión musulmana porque estaba rezando en la calle frente al centro hospitalario.

Según el escrito de acusación del fiscal Miguel Ángel Aguilar, a las dos y cuarto de la madrugada el conductor del taxi estacionó su vehículo en los aledaños del centro hospitalario de la Barceloneta y extendió una alfombra en la calle para rezar. Entonces, uno de los acusados (Juan Carlos), "sin que hubiera ninguna provocación ni conflicto previo", según el auto de la fiscalía, le recriminó su acción, "interrumpiendo su rezo y dirigiéndole expresiones como 'esto no se puede hacer aquí, vete a otro sitio', 'vete a hacerlo a tu tierra' y 'esto no se hace en este país".

Al ver que el hombre continuaba con sus oraciones, el guardia de seguridad requirió la presencia de otros cuatro vigilantes (Rubén, Alejandro, José y Luis) del mismo centro, y todos ellos actuaron "con el fin de menospreciar" a la víctima por la religión que profesaba. Según el documento, los acusados le dirigieron "expresiones vejatorias como hijo de puta", le agredieron con sus porras y le propinaron diversas patadas y puñetazos, hasta que intervino un peatón testigo de los hechos.

La víctima sufrió como consecuencia de la paliza erosiones en la espalda, el abdomen y el tobillo, de las que tardó ocho días en curarse, aunque no quedó impedido para realizar su actividad habitual.

Además de la pena de prisión y la multa, el ministerio público reclama que los procesados indemnicen a la víctima con 320 euros por las lesiones sufridas y con otros 1.000 por los daños morales causados, cantidades de las que responderá subsidiariamente la empresa que los contrató y la compañía aseguradora de la misma