CUESTIONARIOS A GOLPE DE TECLADO Y RATÓN

El examen de taxista sube nota

La informatización de los tests del Imet garantiza una mejor formación del profesional de la 'flota amarilla'

Luis Benavides

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Las nuevas tecnologías han llegado a los exámenes para obtener la denominada Credencial de Taxista del área metropolitana de Barcelona, un documento imprescindible tanto para comprar una licencia como para trabajar por cuenta ajena. Adiós a los exámenes con casillas a rellenar a lápiz y adiós a las casi 20 hojas de papel. Ahora los aspirantes a taxista deben demostrar sus conocimientos a golpe de teclado y ratón.

La informatización de esta prueba, uno de los puntos destacados del plan del Institut Metropolità del Taxi (Imet) para el periodo 2011-2015, tiene como objetivo principal garantizar la formación adecuada del futuro taxista. «En la base de datos hay unas 4.000 preguntas, y cada aspirante tiene un examen en exclusiva. Al no tener que imprimir los exámenes, es imposible que las preguntas puedan filtrarse antes de tiempo», explica Eduard Ràmia, gerente del Imet.

Grado de dificultad

Con la implantación de este nuevo modelo de examen, el Imet también garantiza una dificultad equitativa. «Cada pregunta tiene asignado un grado de dificultad, en base a un histórico, y el programa informático se encarga de confeccionar para todos los aspirantes unos cuestionarios similares. De esta manera aseguramos un grado de dificultad similar en todos los exámenes», subraya el gerente.

El nuevo sistema también ha supuesto mejoras para las personas que se presentan. Y es que, desde su implantación en la convocatoria de septiembre del 2013, las pruebas duran apenas 2,5 horas. «Repartir las hojas a más de 950 personas, como en la última convocatoria, implicaba invertir mucho tiempo. Los aspirantes podían pasar toda la mañana en las enormes aulas del Institut Mare de Déu de La Mercè», recuerda  Ràmia.

La realización de las pruebas tiene lugar ahora en las aulas de Gesem, en la calle de Balmes, una empresa especializada en formación con una capacidad para examinar simultáneamente a unas 85 personas. Los aspirantes a taxista de cada convocatoria se reparten en turnos.

El Imet será el encargado de actualizar la base de datos del programa, creado por Gesem, con los futuros cambios de tarifa y normativa. Los costes de esta externalización del servicio quedarán compensados con el ahorro en papel y personal presente en las aulas. «El cambio nos ha permitido reducir de 10 a 2 las personas del Imet que controlan los exámenes. Pero  esta modernización también supone una apuesta por el consumo responsable. En una convocatoria llegábamos a imprimir hasta 25.000  copias de papel», cuenta Ràmia.

Normativa e itinerarios

El Imet realiza tres convocatorias anuales. La primera incluye las tarifas, la normativa, la gestión del taxi y la atención al cliente. La segunda requiere conocimientos del área metropolitana de Barcelona y del Eixample, con o sin guía. Además, organiza otras dos de repesca exclusivamente para las personas que tengan una de las dos partes suspendida.

Todo el examen es tipo test a excepción de la última prueba. «Se trata de explicar un recorrido. Les damos un punto de partida, otro intermedio y un punto final. Con esta prueba evaluamos tanto su conocimiento del área metropolitana como el dominio del idioma», explica Maite Gómez,  responsable de formación del Imet.

El exámen puede prepararse por libre o en academias especializadas. «No es obligatorio, pero estos centros hacen mucho más sencillo el aprendizaje porque enseñan toda la materia y tienen profesores para resolver dudas», añade Gómez.

Las personas interesadas en acceder a la profesión del taxi pueden consultar los requisitos, el temario y realizar un examen de demostración en línea en www.amb.cat/taxi.