rehabilitación en la seo barcelonesa

La estatua de Santa Helena vuelve a lo alto de la catedral

El templo celebrará el 4 de mayo del 2012 el fin de las obras con un solemne acto

La escultura de Santa Helena, ayer, poco después de mediodía, a punto de regresar a la cúpula de la catedral.

La escultura de Santa Helena, ayer, poco después de mediodía, a punto de regresar a la cúpula de la catedral.

ROSA MARI SANZ
BARCELONA

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poco antes de las 12.30 horas, tras un breve intento que se abortó para mejorar la seguridad de la operación, la escultura de Santa Helena iniciaba ayer, impoluta, su ascensión hasta el lugar que abandonó dos años atrás para ser restaurada y permitir, a su vez, la reparación del cimborrio (la cúpula). Volvía así al punto más alto de la Catedral de Barcelona, lugar en el que había permanecido desde que fue colocada en 1913. Y lo hacía acompañada de los aplausos de decenas de fieles que acudieron a ver el acto de colocación frente a una seo en cuyas puertas la presencia de público local desbancó a la habitual supremacía de turistas.

Con el retorno de la estatua, una pieza hueca de bronce de 4,85 metros de altura y cerca de cinco toneladas de peso que fue elevada por una enorme grúa, la catedral inicia su cuenta atrás para decir adiós al larguísimo proceso de obras en los que lleva sometida los últimos 15 años. Lo hará definitivamente, según anunció ayer el delegado diocesano del patrimonio cultural del Arzobispado de Barcelona, Josep Maria Martí Bonet, dentro de unos meses, por lo que la catedral celebrará el 4 de mayo del próximo año un auto sacramental para conmemorar el fin de la rehabilitación del templo.

La ascensión de la imagen de Santa Helena era un acto inicialmente previsto a primera hora de la tarde, pero se adelantó para evitar que la brisa de mar de esa hora pudiera mover la grúa. Previamente, los curiosos y fieles pudieron verla de cerca y fotografiarla desde las nueve de la mañana en el Pla de la Seu. Así, tuvieron la ocasión de comprobar de cerca los 12 impactos de bala que recibió de la aviación franquista en uno de sus bombardeos sobre Barcelona, según se descubrió hace un par de años cuando la estatua fue trasladada al claustro de la catedral para ser sometida a la restauración.

SISTEMA ANTIPALOMAS / Para tranquilidad de más de un asistente al acto, que auguraba que Santa Helena volvería a ser víctima de uno de los grandes enemigos de los monumentos a la intemperie, el guano de palomas y gaviotas, lo que le daría un aspecto blanquecino en poco tiempo, Martí Bonet recordó que las obras de mejora en la catedral han incorporado un sistema de descargas eléctricas para ahuyentarlas. Técnica que también protegerá a la recuperada estatua, una obra esculpida en 1907 por el escultor Eduard Batiste Alentorn y cuya belleza alabó Antoni Gaudí, pese a que el arquitecto advirtió de que sus proporciones no eran las más adecuadas para la altura a la que está colocada, 84,5 metros, lo que la hace pasar injustamente desapercibida para la mayoría de visitantes al templo.

El regreso de la imagen ha estado supeditado a la finalización de la reparación del cimborrio, un complejo trabajo que ha requerido su desmontaje, pieza por pieza, así como sustituir los hierros que reforzaban la estructura de piedra por varas de titanio para evitar que las infiltraciones de óxido la hiciera estallar, lo que abría la posibilidad de que cayera algún pináculo.