una vecina DE GRÀCIA... Laura Aubert, actriz

Laura Aubert, actriz: "¡La penitencia que hice de niña subiendo escalones en Gràcia!"

La intérprete ha pasado casi toda su vida en el empinado barrio de Vallcarca i Penitents

El recuerdo 8 Laura Aubert, en la entrada del parque Güell, que fue su patio y lugar de tránsito en su infancia.

El recuerdo 8 Laura Aubert, en la entrada del parque Güell, que fue su patio y lugar de tránsito en su infancia.

CARME ESCALES / BARCELONA

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Cada vez que salía de su barrio tenía que recorrer 137 escalones. Era el precio a pagar por residir en una de las cimas de Vallcarca i els Penitents. A cambio, en ese enclave residencial donde pasó toda su infancia, adolescencia y parte de su juventud, se despertaba por las mañanas con el canto de los pajarillos y acababa el día con la puesta de sol sobre la ciudad. Y todo ello hasta que la actriz Laura Aubert (Barcelona, 1987) se independizó.

Y cuando se instaló a vivir por su cuenta, a los 21 años, Aubert siguió en Gràcia, pero en la Gràcia de abajo. "Es mucho más bulliciosa, pero no tiene las subidas de Penitents, donde todavía viven mis padres", explica la actriz, que mañana domingo tiene su última función de la Ronda naval sota la boira de Pere Calders en el Círcol Maldà. Es una de las representaciones de la compañía Els Pirates, que dirige su hermano, Adrià Aubert, y de la que ella forma parte desde que tenía 12 años.

GRANJERA

El teatro, en la vida de Aubert, llegó como un juego. Ella tocaba el violín en la Escola Municipal de Música de Can Ponsic (Sarrià), donde su padre imparte clases de ese instrumento, y cantaba en una coral (lo hizo hasta los 21 años). "Hacía natación en el Club Natació Catalunya, en el Carmel, y para ir allí desde la escuela (en avenida del Portell, 56) cruzaba el parque Güell y, al salir, lo volvía a cruzar, corriendo, para no llegar tarde a violín", rememora la vecina de Gràcia que, se iba formando artísticamente, cuando su sueño era otro. "Yo quería ser granjera de cerdos -confiesa-. No era consciente de lo que en realidad comporta eso, pero a mí los cerdos me gustaban, como animal, y supongo que imaginaba una vida idílica en una granja, cuidando de ellos".

Pero, cuando tenía 12 años, "con el proyecto Òperes de Secundària, un grupo de niños y niñas representamos Brundibár, la ópera escrita por los niños de un campo de concentración, en Checoslovaquia, para distraerse del horror de la guerra. Éramos unos 20. Hicieron dos castings para que no nos cansáramos", detalla la actriz. "Fue tan bien la experiencia, que quisimos más. Y preparamos el musical Els Pirates,de Dagoll Dagom, del que nos quedamos el nombre. A partir de entonces, cada fin de semana ensayábamos".

UN BARRIO CON TODO

Una vez el teatro aparcó su sueño de granjera porcina, ensayos y funciones han llenado la agenda de Laura Aubert. El Lliure de Gràcia y Els Lluïsos han sido escenarios de su distrito en los que ha actuado la vecina, que ya está ensayando, dirigida por Lluís Pasqual, A teatro con Eduardo, que se estrenará el 30 de marzo en el Teatre Lliure de Montjuïc.

De montaña a montaña, la actriz de Gràcia disfruta del ambiente en plazas, calles y bares de su barrio, bajo la Travessera de Dalt. "Ahora me gusta vivir aquí, pero de mayor, supongo que valoraré más el silencio de la calle de Trullols. Yo jugaba en la calle. Casi no pasaban coches. Era como un pequeño pueblo. Eso sí, allí en Penitents, estás colgado en la montaña. ¡La penitencia que hice yo de niña subiendo escalones para llegar a casa!", recuerda.

"De esta Gràcia donde vivo ahora me gusta que tenga tantos movimientos sociales activos y locales de encuentro, como La Barraqueta, en este caso de vecinos afines a la CUP, pero hay muchos otros lugares de charlas e intercambios. En Gràcia encuentras lo que quieras: huertos, swing o bailes populares en la plaza de la Virreina", cuenta Aubert, que los lunes de mayo a julio regresará al Maldà, con su Balneari de cabarets musicales.