"El reto de las tecnológicas en BCN es pensar en global y después en local"

Sam Friend llegó a Barcelona desde Australia con su mujer y su hijo en el 2014, después de haber vivido en Londres, Brisbane y Nueva York. Trabaja en el mundo de la tecnología y se define como una mezcla de emprendedor, inversor y padre. En Australia fundó el portal Wotif.com: la empresa creció en pocos años de tres a 600 empleados. Actualmente está rehabilitando una fábrica de Poblenou para congregar empresas tecnológicas y creativas, Roc23Labs.

-¿Por qué escogió Barcelona? Cuando nació nuestro hijo pensamos que era el momento para trasladarnos donde quisiéramos. Probamos en Brooklyn (Nueva York), pero el estilo de vida americano no nos convenció. Volver a Londres era una opción, aunque es muy caro para vivir en familia. Como el mundo de la tecnología te permite vivir en cualquier parte, Barcelona nos pareció una buena idea. Ninguno de nosotros hablaba español o catalán, pero eso fue incluso un aliciente. Crecí en un ambiente monolingüe, y que mi hijo creciera sabiendo cuatro lenguas me pareció una ventaja para él. Un año después de llegar a Barcelona, nació nuestra hija. Lo mejor de estar aquí es poder pasar más tiempo con ellos mientras son pequeños. En Londres tendría que haber estado trabajando muchas más horas.

-¿Qué buscaba cuándo vino aquí? Sólo buscaba un cambio. Mi idea era, con mi experiencia en empresas tecnológicas, ayudar a empresas españolas orientadas a clientes de todo el mundo. Cuando llegué vi que había muchas oportunidades: muchos procesos ineficientes que podían mejorar. Sin embargo, después de estar un tiempo aquí, me di cuenta de que la gente quiere que muchos de estos procesos sigan siendo así. Por ejemplo, creía que aquí no había firma electrónica, y la hay, incluso en los DNI, pero no se usa.

-¿Qué aspectos de la ciudad destacaría como positivos? La cultura catalana está muy orientada a los niños. Incluso muchos festivales de música están preparados para que vayan niños. En Australia eso no existe, la gente con niños no va a festivales. Aquí hay una integración entre familia y entretenimiento.

-¿Qué aspectos de la ciudad hay que mejorar? Hay que reducir la burocracia: las cosas aún se hacen en papel y montar un negocio es muy complicado. Si alguien viene a Europa a establecer un negocio tecnológico, es probable que Londres sea la primera opción. Aun así, Berlín se está convirtiendo en una elección incluso más frecuente y se debe a que lo están poniendo fácil: en el mundo tecnológico se habla inglés en todas partes y los documentos legales son accesibles.

-¿Cuáles son las grandes carencias de la ciudad en tecnología?  En el mundo de la tecnología la gente debería estar pensando primero global, y luego local, y creo que aún se hace en el sentido contrario. Aunque está empezando a cambiar: Typeform y Avuxi, por ejemplo, fueron creados pensando en que cualquier persona en el mundo pudiese usarlas. Wallapop, en cambio, se enfocó al mercado local y luego se internacionalizó. Si Barcelona quiere aspirar a ser una capital de la tecnología, el reto es que pase de ser una ciudad en la que las grandes compañías tienen buenos equipos de ingenieros a un sitio donde pondrían sus HQ.

-¿En qué aspecto de tu sector destaca positivamente la ciudad? En los dos años que he estado aquí ya he visto un gran cambio en la mentalidad de la gente. No se conforman solo con ser ‘developers’ de Amazon, quieren empezar su propio negocio. Los catalanes son conocidos por ser emprendedores y creadores de negocios.

-¿Recomendaría a un amigo venir a vivir a Barcelona? Sí, ya lo he hecho. Sin duda les recomendaría venir al 22@. Hay tantas cosas que están pasando aquí que no puedes perdértelo. Los turistas siempre se olvidan de esta zona.