Entrevista

"Barcelona enamora a los nórdicos"

EL PERIÓDICO realiza, en colaboración con Barcelona Global, una serie de entrevistas a profesionales internacionales que han escogido vivir y trabajar en Barcelona. Se trata de personas nacidas y formadas en el extranjero que por su experiencia, formación, capacidad emprendedora y creatividad aportan valor añadido a la economía global y pueden ofrecernos otra visión de la ciudad.

Jessika Klingspor, fundadora y CEO de Performance Barcelona y The Muro Lab, pide más innovación en la oferta turística y que se busquen nuevas fórmulas para conocer la ciudad

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MIREIA TUDURÍ / BARCELONA

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Jessika Klingspor, de Estocolmo, llegó a Barcelona hace 16 años, antes de vivir en Nueva York y Palma de Mallorca. Es fundadora y CEO de Performance Barcelona, compañía de asesoramiento y gestión de destinos centrada en grupos corporativos que vienen desde Escandinavia, y The Muro Lab, concepto decorativo que transforma arte en decoración. Además prepara una guía de restaurantes con una editorial sueca, EAT España.

-¿Por qué escogió Barcelona? Barcelona tenía todo lo que buscaba en mi vida: un buen clima, cultura y una localización en Europa cerca del mar y a poco más de una hora y media de otras grandes urbes, lo que hace que su ubicación sea muy cosmopolita. La gastronomía y la gente también facilitaron que todo lo demás fuera una combinación perfecta y me decidiera por empezar una nueva vida desde cero.

-¿Qué aspectos de la ciudad destacaría como positivos? Es una ciudad muy moderna y con visión de futuro que sigue conectada con su cultura; los catalanes han sabido mantener el equilibrio muy bien. Desde los Juegos Olímpicos, la ciudad ha hecho una muy buena campaña de marketing y me encanta cómo se ha integrado la arquitectura clásica con la más moderna e innovadora. Sin embargo, me preocupa que seamos víctimas de nuestro propio éxito como en otras ciudades europeas: hemos de saber gestionar el éxito turístico de Barcelona.

-¿Qué aspectos de la ciudad hay que mejorar? ¿Cómo? Todavía existe una barrera lingüística y, aunque la gente es cada vez más receptiva, a veces para un extranjero es complicado acercarse a los barceloneses. En general se debe a que muchos todavía no dominan el inglés, lo que puede afectar a la hospitalidad del sector servicios porque no se puede establecer una comunicación fluida y uno se puede sentir un poco minimizado. Por ejemplo, en Suecia aprendes inglés desde muy joven y esto nos abre el mundo.

-¿Cuál siente que es tu ciudad? ¿Qué es lo que más echa de menos? En Barcelona estoy como en casa. Tengo genes mediterráneos, por lo que aquí estoy más a gusto. Sin embargo, echo de menos el aire limpio, la magia de la luz nórdica durante las noches de verano, la buena organización y la precisión al hacer las cosas. Pero sigo muy en contacto con mi cultura, y por esto soy la responsable de SWEA Professional Barcelona, una red global de mujeres suecas con unos 8.000 miembros.

-¿Cuáles son las grandes carencias de la ciudad en la industria del turismo? Desde la perspectiva de lo que buscan mis clientes, creo que la industria del turismo local flojea bastante en su oferta y cae en las trampas turísticas más comunes. Hay que innovar la oferta, diversificarla y encontrar nuevas formas y fórmulas de ver y experimentar la ciudad. Hay una inmensa cantidad de cosas por hacer y visitar. Además, las limitaciones lingüísticas de los equipos son un importante hándicap.

-¿Y en qué destaca positivamente?  Barcelona ofrece un gran abanico de actividades y opciones. Para mí es sin duda el mejor “terreno de juego” de Europa porque está llena de contrastes: tienes las montañas, el mar, viñedos, actividades diurnas y nocturnas, una cultura muy arraigada. Toda esta combinación maximiza mis posibilidades a la hora de ofrecer algo espectacular y único a mis clientes. Por ejemplo, organizar la relocalización temporal de una empresa sueca para que el equipo pueda trabajar en Barcelona durante una semana con total comodidad para aumentar productividad e inspiración.

-¿Recomendaría a un amigo venir a vivir a Barcelona? ¿Por qué? Por supuesto; lo recomiendo a muchos. Pero siempre digo que deben tener verdaderas ganas de comprometerse al cambio, ya que Barcelona enamora y tiene un clima maravilloso, pero puede ser más difícil a la hora de vivir y sobrevivir a causa de los niveles salariales muy por debajo de otras ciudades europeas.