Apoyo mayoritario al turismo pero también a ponerle límites

Un 72,3% creen que el turismo es positivo para Barcelona, pero un 65,4% rechazan más crecimiento

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PATRICIA CASTÁN / BARCELONA

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La sensación de invasión turística que sufren algunos barrios de Barcelona va muy por delante de las cifras oficiales, que el año pasado marcaron un crecimiento del 9,2%, con un total de 9,06 millones de viajeros alojados en hoteles. El problema es que en paralelo al auge hotelero que recoge la estadística oficial, a Barcelona le han crecido nuevas formas de alojamiento que hacen imposible el recuento real de pernoctaciones y que multiplican la sensación de desembarco turístico. Un dato: el 45,8% de las camas turísticas están en hoteles, y el 39,5% en pisos de uso turístico, sin contar con la oferta ilegal que tanto daño ha hecho a la percepción del fenómeno.

Ese incremento no cuantificable, más los millones de excursionistas que llegan a diario desde las poblaciones cercanas donde se alojan en verano y hacen un uso intensivo de la metrópolis, han llevado a los vecinos a cuestionar el límite turístico de la ciudad y su horizonte de evolución. Los esfuerzos municipales se han centrado de momento en poner coto a la oferta para pernoctar en la ciudad y fomentar la descentralización. 

La encuesta del GESOP para EL PERIÓDICO constata una vez más el apoyo mayoritario del barcelonés al fenómeno turístico, ya que el 72,3% consideran positiva su contribución al desarrollo de la ciudad, frente a un 23,1% que lo ven negativo. No obstante, los críticos han subido 8,5 puntos desde el 2014. Y se han triplicado desde el 2013, cuando en plena crisis la ciudadanía era mucho más tolerante con el fenómeno.

A mayor nivel de estudios, las voces favorables pierden algo de peso, aunque siguen siendo mayoritarias. Por edad, la franja más crítica (con 68,3% de voces favorables) es la de 30 a 44 años. Por recuerdo de voto, quienes apoyaron al PP aplauden unánimamente al turismo, como motor económico. El apoyo es muy alto (85,5%) entre los votantes de CiU, mientras que baja respecto a la media entre los seguidores de Barcelona en Comú y se desploma entre los fieles de la CUP, con solo un 35,1% de defensores.

Cuando se interroga sobre si la ciudadanía quiere más turistas para Barcelona o cree que se está llegando al límite que puede soportar la urbe, estos últimos pasan a ser mayoría, como reflejó también un reciente sondeo municipal. Un 65% así lo cree, frente al 49,3% del 2014. La población de más edad es la menos crítica al respecto, así como la que tiene menos estudios. La opinión está empatada entre los votantes de PP y PSC, mientras que entre los del resto de grupos predomina la idea de haber llegado a un límite de capacidad, especialmente entre los cupaires.

CHEQUEO AL PEUAT

Pasados unos pocos meses desde su aprobación definitiva, la encuesta de EL PERIÓDICO ha permitido conocer la opinión del ciudadano sobre el controvertido plan especial urbanístico de alojamiento turístico (PEUAT) que imposibilita ganar más camas turísticas en el centro y su primera corona, y limita y condiciona el incremento en la periferia. Ganan con un 67,1% las voces a favor y los que están “más bien de acuerdo” con la regulación, frente a un 28,5% de contrarios, que tienen algo más de peso entre la población de más de 60 años.

Los votantes de los partidos más conservadores son los menos convencidos del plan, mientras que los del partido de Colau son sus principales apoyos (89,3% aplauden el PEUAT). Este porcentaje se reduce al 69,1% entre los votantes de su socio de gobierno, el PSC, y curiosamente aún baja algo más (66,4% a favor de la nueva norma) en el caso de los de ERC, grupo que permitió in extremis que el plan prosperase. 

Otra pregunta ahonda en esta normativa que regirá el desarrollo de plazas turísticas en los próximos años. ¿El PEUAT es beneficioso o perjudicial? Colau vuelve a encontrar respaldo a su estrategia, con un 68,9% del total de encuestados que opinan que “limitar los alojamientos turísticos es beneficioso para la ciudad porque garantizará la convivencia entre turistas y residentes”, ante un 24,8% de voces que mantienen lo contrario y un 6,4% que no se pronuncian.

Son más partidarios de la regulación los menores de 44 años y los encuestados con un nivel de estudios altos. De nuevo los votantes del PP son los más críticos con las políticas que restringen la actividad económica y los cupaires son casi unánimes (97,3%) en su defensa del plan que frena esos negocios.