BRUTAL ACCIDENTE EN EL CORAZÓN DEL EIXAMPLE

Dos muertos en el peor choque de motos de los últimos 10 años

Un motorista que hacía acrobacias arrolla a otro que pasó en rojo en Balmes-Còrsega

Decenas de ciudadanos observan enmudecidos la retirada de los cuerpos de los dos motoristas fallecidos ayer en el cruce de Balmes con Còrsega.

Decenas de ciudadanos observan enmudecidos la retirada de los cuerpos de los dos motoristas fallecidos ayer en el cruce de Balmes con Còrsega.

CARLOS MÁRQUEZ DANIEL
BARCELONA

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Solo queda lamentarse y acompañar el duelo de las familias de los fallecidos. En el análisis del accidente que se produjo ayer en el cruce de Balmes con Còrsega y en el que perdieron la vida dos motoristas hay poco que comentar sobre posibles carencias en el diseño urbanístico y mucho que lamentar sobre las desgraciadas causas del siniestro. Según varios testigos, y a la espera del atestado de la Guardia Urbana, una moto de gran cilindrada bajaba a toda velocidad con la rueda levantada y un ciclomotor cruzó la perpendicular en rojo al pensar que no venía nadie. Este cúmulo de infracciones, que por separado no pasarían de una multa y una regañina policial, degeneraron en el peor accidente de moto que se recuerda en Barcelona en los últimos 10 años.

El silencio en este cruce del Eixample solo se rompía por los que llegaban al lugar preguntando qué había pasado o por el agente que intentaba que nadie superara el cordón de seguridad. Frente al Hotel Catalonia, 50 metros más allá del lugar del impacto, los cuerpos sin vida de Alejandro E. C., de 23 años, y de Marc Anthony F. B., de 34, yacían cubiertos por una sábana. Al lado, detrás de una grúa, las dos motos fundidas como un solo pedazo de hierro, con la potente Ducati incrustada en el carenado del modesto ciclomotor, que quedó completamente doblado.

El choque se produjo a las 16.20 horas. A esa hora, Daniel Pascual y Miguel Ángel Montero bajaban con su furgoneta por Balmes y contemplaron atónitos cómo un motorista hacía un caballito. «Iba a toda leche pero ha pasado en verde. La otra moto estaba parada en el borde del cruce junto a otra moto y ha dado gas cuando tenía rojo. El otro, con la rueda levantada, no le debe haber visto. El ruido ha sido increíble, lo ha arrastrado 50 metros», relató uno de ellos. El SEM llegaba pocos minutos después e intentaba reanimar a uno de ellos. El resto ya fue esperar al juez, cortar la calle y retirar de la vía todos los pedazos de plástico.

VELOCIDAD EXCESIVA / Balmes-Còrsega no es una intersección especialmente conflictiva, a pesar de tener cerca los dos principales puntos negros de la ciudad, Balmes con Diagonal y paseo de Gràcia con Diagonal. Algunos testimonios, sin embargo, aseguraron que la moto pequeña no pudo ver si bajaba alguien porque las camionetas estacionadas en la zona de carga y descarga de la esquina le tapaban el campo de visión.

Como sucede en la mayoría de calles con semáforos largos y de verde consecutivo -como Aragó, València o Gran Via- muchos motoristas que descienden por Balmes alcanzan velocidades muy por encima de lo permitido, como parece ser el caso.

Ningún miembro de la Guardia Urbana quiso valorar este dramático accidente. De las 39 personas que el año pasado perdieron la vida en accidentes de tráfico en Barcelona, 19 iban encima de una moto. Según el RACC, 21 motoristas se van al suelo cada día en la ciudad.