Un directivo de Airbnb realquiló a turistas el piso que había alquilado en Barcelona

El Ayuntamiento considera "inaceptable" el caso y trata de localizar al infractor, tras haber archivado el expediente contra la propietaria

Un usuario navega por la página de Airbnb en una tablet.

Un usuario navega por la página de Airbnb en una tablet. / periodico

PATRICIA CASTÁN / BARCELONA

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Cada historia que aflora tras los pisos turísticos sin licencia anunciados por Airbnb en Barcelona riza el rizo de la picaresca sin rubor. Tras los casos difundidos la semana pasada de inquilinos con contrato de larga duración que se dedican a <strong>realquilar sus pisos a turistas sin conocimiento de los propietarios</strong>, el ayuntamiento ha dado a conocer otro más bochornoso. Porque esta vez el pillo que sacaba tajada de su piso alquilado en la capital catalana era un exdirectivo de Airbnb. La concejala de Urbanismo, Janet Sanz, ha lamentado que la empresa no solo publicite viviendas sin permiso sin ningún tipo de filtro, sino que sus trabajadores se aprovechen de este negocio ilegal.

Entre los más de 300 casos de realquiler turístico de pisos sin licencia detectados desde el pasado julio (cuando comenzó el plan de choque), al consistorio le ha llamado la atención el de un exdirectivo de Airbnb. Se trata de Kay Kuehne, que durante un año y dos meses fue director para España y Portugal (2011 y 2012), y luego ejerció durante casi tres años (hasta diciembre del 2015) como director regional de América Latina. En mayo del 2013 alquiló un piso justo en el corazón del conflicto de las viviendas turísticas: Ciutat Vella. Solo que el piso se acabó convirtiendo en su propia fuente de ingresos, debidamente publicitado desde la plataforma en la que trabajaba.

Sanz considera "absolutamente inaceptable y injustificable" la maniobra, con la que cree que la empresa ha "traspasado" todos sus límites. Ante la posibilidad de que hubiera más casos, el consistorio ha reclamado explicaciones a la plataforma por esta "estafa absoluta en la ciudad".

En el marco de la persecución contra los anuncios ilegales, el ayuntamiento comprobó el pasado septiembre que un piso de la plaza de Ramon Berenguer el Gran, en pleno centro, se anunciaba sin el correspondiente número de registro que acredita la legalidad. Tras investigar el caso se comprobó su actividad turística y en diciembre se notificó orden de cese a su propietaria, así como expediente sancionador. 

PRESUNTA ESTAFA

La mujer alegó pocos días después que lo tenía alquilado a Kuehne hacía más de dos años. Este había incluido una clausula para alojar puntualmente a algún compañero de trabajo, pero la dueña cree que bajo este paraguas se cometió una estafa, ya que en diversas ocasiones el administrador había notificado quejas de otros vecinos por ruidos.  

Curiosamente, el avispado inquilino solicitó a finales de año rescindir el contrato de alquiler, alegando que había dejado España hacía mucho tiempo, unos dos años, y que ya no necesitaba el piso. Lo cual demuestra que el uso durante ese periodo no fue para alojarse personalmente. 

Estudiado el caso, el ayuntamiento archivó el expediente contra la propietaria hace apenas unos días, aunque está teniendo problemas para notificar el expediente sancionador a Kuehne, cuya última dirección conocida estaba en San Francisco.

Por su piso barcelonés, de dos habitaciones, solicitaba 108 euros por día en temporada baja. Estaba puntuado con cinco estrellas como 'anfitrión' por al menos 106 huéspedes a los que alojó por días.

Fuentes del portal de reservas de viviendas por días se han limitado a replicar al respecto que "esa persona ya no trabaja para Airbnb" y que se trata de "un asunto privado suyo". Han insistido en que el 'home sharing' es un salvavidas económico para muchas familias, y que solo la semana pasda 69.000 huéspedes se alojaron en Barcelona a través suyo. Han agregado que el anuncio no figura desde el año pasado. Después de ser cazado.