BCN sustituye las baldosas rotas de la nueva Diagonal y busca el porqué

Un equipo de tres albañiles se ha puesto manos a la obra esta semana para sustituir, sin prisa pero sin pausa, los varios miles de baldosas de diseño que tienen fisuras o desconchones en las nuevas y amplísimas aceras de la Diagonal del tramo reformado, no sin polémica, durante el anterior mandato municipal entre la plaza de Macià y el paseo de Gràcia. En esos 1,3 kilómetros y una vez acabadas las obras el pasado marzo aparecieron 4.300 piezas deterioradas. Ahora que empieza la reparación se van detectando algunas más con rupturas sutiles, según fuentes municipales, que insisten en que la reparación irá a cargo de las empresas constructoras o del fabricante. La causa del fiasco, que afecta por ahora al 0,7% de las 602.000 baldosas colocadas, "es difícil de fijar", añade el consistorio. Se ha encargado un "estudio serio" a la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) para resolver el enigma.

La afectación es del todo irregular, pues hay muchas baldosas aisladas rotas o en grupos de no más de dos o tres. Son raras las zonas deterioradas más extensas. La reparación ha empezado en la acera montaña cerca del cruce Aribau. Ahí, el pavimento con el novedoso diseño de la hoja de plátano, parece ya un suelo a cuadros y estampado por el color más claro, pero que es el original, de las nuevas piezas.

Cambio de color

El sol, la intemperie y el uso han oscurecido las baldosas. Es un fenómeno normal, dicen los técnicos, que consideran que el aspecto de remiendo o descuidado que va dejando la reparación, y que desluce ese remozado espacio público de la zona alta, debe ir desapareciendo con el tiempo, cuando los colores se homogeneicen.

Los tres operarios deben realizar casi un trabajo de orfebre y en cuclillas para sacar una a una las piezas malas sin afectar a las buenas del entorno y colocar las nuevas. El ayuntamiento no pone un plazo a esa tarea, "se avanzará al ritmo adecuado", dijo un portavoz. La fuente añadió que el coste entra en la garantía mínima de un año tanto de la unión temporal de empresas constructoras (Sacyr, Scrinser, Vías y Construcciones y Romero Polo) como del fabricante de las losetas, Escofet. Esta última tiene una presencia de más de un siglo en el suministro del clásico 'panot' instalado en toda Barcelona y de otras losetas singulares, como las del paseo de Gràcia.

Hipótesis

Cuando a principios de mes se publicó en este diario el problema, tras la alerta de un lector vecino de la avenida, se apuntaron principalmente las hipótesis de los cambios térmicos y los pesos de máquinas y material de la propia obra para intentar explicar esas roturas en unas piezas de fabricación y diseño innovadores que además se habían probado en un sector de la plaza de las Glòries. Ahora, los técnicos municipales son muy cautelosos y no descartan ninguna causa. "Serán los expertos del departamento de Enginyeria de la Construcció de la Escola d'Enginyers de Camins de la UPC quienes estudiarán de forma científica el tema", afirman.

En el abanico de causas se podrían incluir junto a ese impacto de la ola de calor y la fuerte dilatación que ha originado en un microhormigón más duro de lo habitual, instalado además en invierno, o a las presiones de pesos durante los trabajos, ambas hipótesis citadas también en su día por el director general de Escofet, algún fallo de fabricación, tal vez en los moldes. Ese enigma se espera que lo resuelva el "análisis a fondo" de los investigadores universitarios.

¿Podrían multiplicarse las roturas en el futuro?. Las fuentes del ayuntamiento dicen que es difícil que haya condiciones térmicas más extremas y que si los fallos fueran de origen, a estas alturas habrían aparecido ya todos los casos. El estudio será determinante. "Se van a buscar las que incluso podrían ser varias causas, porque la acción municipal no se limitará a la reparación", aseguran.