Día de gloria gay

Rúa de Paral.lel con motivo del Día del Orgullo Gay, este sábado.

Rúa de Paral.lel con motivo del Día del Orgullo Gay, este sábado. / JOAN PUIG

ROSA MARI SANZ / BARCELONA

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Fiesta sobre todo para unos y reivindicación ante todo para otros. Colectivos LGTBI (lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales), salieron ayer a la calle para conmemorar las revueltas iniciadas tras una batida policial el 28 de junio de 1969 en el bar de ambiente neoyorquino Stonewall Inn, donde comenzó el orgullo gay. La jornada estuvo marcada en la mente de muchos por un plus histórico, la aprobación en todo EEUU de los matrimonios entre personas del mismo sexo, un hito que cierra una era de discriminación. Un derecho que en España cumple una década el próximo jueves.

La celebración, con miles de participantes, también se distinguió como viene ocurriendo desde hace más de una década por la escenificación de dos modelos de conmemorar el 28-J en la capital catalana. Uno es el que encabeza la organización del festival Pride, impulsado desde el 2009 por la Associació Catalana d'Empreses per a Gais i Lesbianes (Acegal), que agrupa a cerca de 100 negocios enfocados al público gay y a una treintena de entidades. Otro, minoritario, es el que se aúna bajo la Comissió Unitària 28 de juny, desde donde tachan de mercantilista el acontecimiento estrella de los últimos años, que mueve a decenas de miles de persones, atrae a turistas y supone un buen ingreso para hoteles, saunas, discos y otras ofertas para el público homosexual. Esta deriva comercial que ha tomado la celebración, según entidades como el Front d'Alliberament Gai de Catalunya (FAGC), hace que la defensa de los derechos esté en un segundo plano.

No obstante, en el marco del festival Pride, fueron muchos los ciudadanos que ya por la mañana acudieron al centro neurálgico del encuentro, el village, instalado en la avenida de Maria Cristina, donde el público diurno estaba prácticamente formado por parejas y familias con niños, la mayoría agrupadas en entidades cuyo objetivo es dar visibilidad a los colectivos.

240.000 PERSONAS

 "El Pride es un acto reivindicativo de derechos, pero también tiene un factor económico importante que es bueno para la ciudad", justificaba desde este enclave, con una amplia oferta para los más pequeños, el director de la celebración, Joan Igual, quien estimó en más de 240.000 las personas a las que ha atraído este evento en sus 10 días de celebración, un 25% de los cuales son turistas.

La evidencia de la discordancia entre las dos maneras de ver la celebración se tradujo de nuevo en dos manifestaciones separadas, celebradas en dos puntos de la ciudad casi a la misma hora. La del festival Pride, que se despide hoy con un encuentro familiar en el Tibidabo, fue un año más multitudinaria, con miles de asistentes siguiendo una rúa básicamente comercial formada por 44 grupos, entre ellos, 21 carrozas, con un ambiente predominantemente festivo que transcurrió por la avenida del Paral.lel y finalizó en el village, donde a los asistentes les aguardaba una gran farra con música en directo hasta las dos de la madrugada. Previo al ocio puro y duro, un manifiesto de protesta contra el acoso, especialmente el escolar, que padecen las personas que lo integran.

El colectivo reclamó, entre otros, "que desde las instituciones de poder y desde las administraciones públicas se emprenda toda la maquinaria necesaria para poner en marcha de forma efectiva la ley contra la LGTBfobia", aprobada por el Parlament el pasado octubre. Unas palabras que escuchó la alcaldesa Ada Colau, que acudió a la avenida de Maria Cristina tras encabezar la otra marcha, la que arrancó pasadas las 18.30 horas en la plaza de Universitat después de un momento de tensión entre unos jóvenes y agentes de la Guardia Urbana que se resolvió con rapidez.

Junto a Colau, entre otros, el portavoz de la FAGC, Eugeni Rodríguez, y el secretario general de CCOO en Catalunya, Joan Carles Gallego. Esta marcha, que acabó en la plaza de Sant Jaume, también incidió en la ley contra la homofobia. «No queremos más papel mojado. [..,] Queremos ya la implementación total de la ley», reivindicaron en su manifiesto. En definitiva, dos formas de entender una reivindicación con unos objetivos comunes en un día de resaca del hito americano. Sin olvidar que en más de 75 países las relaciones homosexuales están prohibidas y que en ocho se castigan con la muerte, según la Asociación Internacional de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales).