La deuda con Maragall

La figura de Pasqual Maragall vuelve a crear polémica. Esta vez sin que haya dicho o hecho nada. El 20º aniversario de la celebración de los Juegos Olímpicos en Barcelona ha abierto una vía de discusión entre los dos principales partidos. El PSC acusa a CiU de haber intentado, primero, apropiarse del legado urbanístico del periodo olímpico, y, después, de tratar de ocultar o diluir al propio Maragall en los actos de conmemoración del evento que cambió la ciudad.

El viaje que la actual cúpula de Hábitat Urbano hizo a Londres para explicar, nada menos que en la London School of Economics, las virtudes de lo que se levantó en Barcelona a cuenta de los Juegos fue interpretado por el PSC como una acción hostil. Intento de los nacionalistas por hacerse suyo el legado de Maragall.

Después llegaron sendas medidas de gobierno en las que, para nada, se citó el nombre del exalcalde. Ni en la que se enunciaban los actos de conmemoración del 20º aniversario, ni en la imposición de la Medalla de Oro de la ciudad a Josep Miquel Abad y Leopoldo Rodés, factótums de los fastos.

Todo ello empuja, por ejemplo, al portavoz del PSC en el ayuntamiento, Gabriel Colomé, a afirmar que«Pasqual Maragall es el alcalde olímpico, una figura histórica. No podemos borra la memoria histórica».Para añadir:«es como si se olvidara que Adolfo Suárez fue el principal actor de la transición tras el franquismo». A su juicio,«la Barcelona de hoy es la que es gracias a Narcís Serra y, sobre todo, Pasqual Maragall que ejecutó el plan olímpico».

En la misma línea se sitúa el diputado en el Congreso y exsecretario de Estado para el Deporte en los últimos meses de la etapa reciente del PSOE en la Moncloa Albert Soler:«Barcelona tiene una deuda con Maragall y la memoria no puede entrar en crisis»,sentencia.

El 30 de mayo, con ocasión del viaje de Xavier Trias a Madrid para verse con Mariano Rajoy, Albert Soler pidió al alcalde un mayor protagonismo para su antecesor. Maragall está invitado hoy a la presentación del libroInteligencia deportivadel propio Soler, en el Camp Nou.

El ejecutivo niega

El gobierno municipal niega cualquier tipo de intento de diluir la figura de Maragall.«No se cita al exalcalde en la medida sobre los actos porque no se cita a nadie: ni a Juan Antonio Samaranch, ni a Jordi Pujol, ni a nadie».

Y ahí subyace la diferencia entre ambos. Mientras el PSC ve en los Juegos la obra de un alcalde y, por extensión, la ciudad actual como su herencia, CiU opta por entender los Juegos del 92 como una aventura colectiva y colegiada entre varios grandes hombres.«Sería ridículo ocultar a Maragall»,señalan, antes de añadir que elexalcalde será ampliamente reconocido