A MITAD DE PRECIO

Dos detenidas en Barcelona por vender tarjetas de transporte falsificadas

Recorrían los mercados de Nou Barris vendiendo bisutería y aprovechaban para colocar las T-10

Usuarios adquieren tarjetas de transporte público en Barcelona.

Usuarios adquieren tarjetas de transporte público en Barcelona. / periodico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los Mossos d'Esquadra detuvieron este martes a dos mujeres, de 43 y 29 años, nacionalidad española y vecinas de Barcelona, como presuntas autoras de un delitos de falsificación de documento mercantil estafa, acusadas de distribuir tarjetas de transporte falsificadas.

Desde hacía semanas, un grupo de mujeres recorría los mercados municipales de los barrios del distrito de Nou Barris ofreciendo a posibles clientes tarjetas de metro falsificadas. Las mujeres simulaban vender objetos de bisutería o complementos de ropa y cuando se acercaba algún comprador le ofrecían las T-10 por la mitad de su valor.

Las detenidas trabajaban de forma organizada: llegaban a los mercados durante las primeras horas de actividad, siempre de día, y, una vez allí, se distribuían las tareas. Una hacía la captación de clientes y las ventas y la otra hacía tareas de vigilancia. Ante estos hechos, los agentes organizaron un dispositivo para uno de los mercados que frecuentaban con el objetivo de localizar las autoras.

COPIAS BIEN DESARROLLADAS

Los agentes localizaron a dos mujeres cargadas con bolsas, que no abrieron en ningún momento. Las mujeres ofrecían pequeños objetos que llevaban en las manos a la gente que se acercaba. Los policías detuvieron a las mujeres y se identificaron, entonces la pareja aseguró que estaban vendiendo bisutería. Pero en el registro los agentes encontraron varios billetes fraccionados y 22 tarjetas T-10 falsas.

Estos títulos de transporte falsificados se vendían de manera ilegal por un precio de 5 euros cada uno cuando las tarjetas que se compran oficialmente tienen un valor de 9,95 euros. 

Además, los investigadores comprobaron que las falsificaciones tenían un buen nivel de especialización y que estaban llenas de detalles para parecerse al máximo a las originales. Las mujeres están a la espera de citación judicial.