La delincuencia en la capital catalana

Denunciados cerca de 100 robos de móviles cada día en Barcelona

Dos jóvenes charlan con sus móviles sobre la mesa de una terraza de la calle de Bergara, el viernes.

Dos jóvenes charlan con sus móviles sobre la mesa de una terraza de la calle de Bergara, el viernes.

EL PERIODICO
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Iphones, galaxys, xperias… En todas sus variedades, los smartphones ocupan ya el núcleo de la actividad predadora de los ladrones y atracadores de Barcelona. Su alto valor y la posibilidad de revenderlos rápido y a buen precio ha llevado a que, desde hace unos dos años hasta ahora, coincidiendo con la explosión en su uso, numerosos delincuentes reincidentes que antes se concentraban en el robo de carteras o bolsos se dediquen ahora a sustraer esos teléfonos de última generación. Las cifras demuestran el extraordinario auge de los robos de esos terminales de los que, el pasado verano, cada día en Barcelona se robaron casi un centenar.

Así, solo en tres meses, los que van de julio a septiembre de este año, en Barcelona se denunciaron los robos de 8.521 teléfonos, lo que deja una media de 92 móviles robados al día, según los datos que constan en una respuesta parlamentaria del conseller de Interior, Ramon Espadaler, a una pregunta formulada por el diputado de ICV-EUiA Jaume Bosch. Ante la magnitud del fenómeno, ICV ha decidido registrar ante el Parlament para su votación, posiblemente en enero, una resolución para que Interior «adopte de medidas que permitan disminuir las sustracciones» de ese tipo de teléfonos. También reclama que los Mossos investiguen si existen tramas organizadas que compran a los ladrones esos móviles robados y luego los exportan al extranjero.

20.500 EN TODA CATALUNYA / Aunque Barcelona encabeza el ránking, el resto de Catalunya no  escapa a este fenómeno delictivo, que se deja notar especialmente en el entorno de la capital. Así, en esos tres meses, en la Regió Metropolitana Sud, que engloba L'Hospitalet y el Baix Llobregat, se presentaron 3.179 denuncias por robo de móviles. Mientras, en la Regió Metropolitana Nord (Maresme y Vallès), se produjeron 3.866 robos de ese tipo. En total, en esos tres meses, en Catalunya se denunciaron 20.488 sustracciones de móviles, a razón de una media de 222 al día.

En su respuesta parlamentaria a la pregunta del diputado de ICV, la Conselleria d'Interior reconoce que, ante esta situación, los Mossos d'Esquadra «están especialmente proactivos» para intentar ponerle freno. Para ello, están iniciando una serie de charlas a determinados colectivos, especialmente los jóvenes, con medidas de seguridad para evitar ser presa fácil de esos ladrones ya que muchos de esos robos se dan en el interior de discotecas.

En paralelo, se están multiplicando las investigaciones policiales para desmantelar las redes dedicadas al robo y también a la posterior reventa de esos móviles robados. Así, el pasado martes, los Mossos d'Esquadra se incautaron de 342 móviles localizados en 22 tiendas registradas en Barcelona. Los agentes se llevaron los teléfonos porque los propietarios de las tiendas no pudieron acreditar documentalmente con facturas su compra y se sospecha que pudieran proceder de robos.

Antes, el 15 de octubre, los Mossos desmantelaron una banda de ladrones que se había especializado en robar móviles en Barcelona. Los investigadores pudieron probar la implicación de este grupo en 90 robos de ese tipo de terminales.

A pie de calle, los mossos y urbanos luchan cada día contra este fenómeno y conocen ya sus métodos. De hecho, a algunas víctimas, cuando han ido a denunciar, los Mossos les han enseñado carpetas con fotos de decenas de individuos conocidos ya por ser habituales del robo de esos terminales.

Uno de los métodos más repetidos es el tirón. Así le sustrajeron el móvil a Jesús, mientras caminaba por el Eixample rumbo a su trabajo. «Yo iba hablando por el teléfono y, de pronto, un tipo en bici pasó corriendo y me lo arrancó de la mano», explica. Y con sorna comenta: «Menos mal que el terminal ya estaba viejecito».

En otras ocasiones, esos ladrones van en moto e incluso corriendo. Las terrazas de los bares son uno de los escenarios favoritos para esos ladrones, que se lanzan a la carrera o bajo engaño sobre los móviles que los parroquianos del bar suelen dejar descuidadamente sobre la mesa.

ENGAÑO CON UNAS SAMOSAS / En ocasiones, usan la táctica del despiste. En esas ocasiones, actúan en pareja. Se acercan a la víctima y se ponen uno a cada lado de la mesa. Uno siempre lleva un abanico de postales de la ciudad que dice vender a cambio de una ayuda o muestra un papel en el que lleva escrito que necesita una limosna. Mientras uno pide una ayuda económica el otro muestra el papel a las personas que están sentadas y lo coloca por encima de la mesa mientras por debajo pasa la mano y atrapa el teléfono.

Margarida, una estudiante portuguesa, ha sufrido dos intentos de robo del móvil en el tiempo que lleva en Barcelona. El último fue el miércoles. «Subí al autobús, que iba llenísimo, y abrí el bolso para intentar picar la tarjeta. Pero como había tanta gente no lo cerré. Cuando bajé me habían quitado el teléfono».

La vez anterior sí logró evitar el robo. «Acababa de salir del teatro Apolo y esperaba el autobús cuando un chico que vendía samosas se me puso delante y se acercó a mí. Le dije que no quería pero el chico no se marchaba. Entonces vi que llevaba mi teléfono en una mano», cuenta, y recuerda: «No sé como me lo había quitado. Yo empecé a gritar y le agarré el móvil. Todas las samosas salieron volando».