Balance oficial

Denunciados 130.000 conductores por invadir el carril bus en 4 años

JORDI SUBIRANA
BARCELONA

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Unos 130.000 conductores han sido denunciados por invadir el carril bus desde finales del 2004. Ese año se puso en marcha un sistema de vigilancia con un coche con cámara --ahora son dos-- que recorre la ciudad para perseguir a los vehículos que dificultan y obstaculizan el paso de los buses de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB).

Impulsada por la Guardia Urbana y TMB, la iniciativa persigue aumentar la velocidad media de los buses porque, a más rapidez, mejor servicio se presta a los usuarios. Según la compañía de transportes, tener que sortear a un coche parado en el carril incrementa el riesgo de accidente y puede suponer perder hasta dos minutos sobre la hora prevista en su recorrido. Actualmente, un bus circula a unos 12 kilómetros por hora. El objetivo es liberar cada vez más las vías reservadas y alcanzar en el 2012, tras implantar otras medidas como una reprogramación de los semáforos, los 14,6 kilómetros de velocidad media. Según el ayuntamiento, no puede haber tolerancia para una infracción en la que un particular perjudica a los 70 ciudadanos que circulan en un bus.

En los dos meses del 2004 que estuvo en funcionamiento el coche de vigilancia se pusieron solo 2.458 sanciones. Sin embargo, al año siguiente, en el 2005, las denuncias se dispararon hasta las 29.644. En el 2006, se incorporó otro coche, se incrementó la presión policial y las denuncias aumentaron notablemente.

De las 81 multas por jornada en el 2005 se pasó a 128 en el 2006, con un total anual de 46.861. Sorprendentemente, en el 2007 y durante la primera mitad del 2008, las multas han bajado. El año pasado, la Guardia Urbana denunció a 35.035 chóferes --95 al día-- y hasta el pasado junio se llevaban 16.029, con una media diaria de 88.

HASTA 200 EUROS

Esta tendencia se explica porque se caza menos a los conductores o porque la vigilancia ejercida desde estos vehículos y el alto importe de las multas --200 euros por parar en la calzada -- están dando sus frutos. Para el concejal de Movilidad, Francesc Narváez, ahora hay una mayor disciplina viaria y no se contempla colocar otro vehículo porque las infracciones no suben.

Casi todas las multas son por estacionar en el carril bus --aunque sea encima de la acera--, por parar unos segundos en él o, simplemente, para llevar a cabo una carga o descarga. Pocas son de vehículos circulando por el carril bus --aunque es una infracción que también se persigue y está castigada con 90 euros-- ya que la prioridad es cazar a vehículos que obstaculizan la circulación. Otro problema es que los coches de vigilancia tendrían que aumentar su velocidad y superar el límite para multar a los que cometen la infracción en movimiento.

Las vías reservadas del centro de la ciudad registran la mayor parte de las faltas aunque, según TMB, hay carriles de por sí más protegidos que otros. Al no haber acera ni arcén, los conductores no paran tanto en la calzada central de la Gran Via de les Corts Catalanes, por ejemplo, como en otras calles, es el caso de Aribau y València, del distrito del Eixample.

109 KILÓMETROS TMB

y la Guardia Urbana marcan las rutas de los coches con cámaras, que funcionan unas 16 horas al día en turnos de mañana y tarde, por los 109 kilómetros de carril bus, aunque a veces son los conductores de bus quienes indican donde se producen la mayor parte de las infracciones. Esta es de las pocas ayudas que el servicio puede recibir de los empleados. La compañía puso cámaras en algunos buses para fotografiar a los vehículos mal aparcados, pero las tuvo que retirar porque el plan carecía de respaldo jurídico. Los conductores de bus no pueden denunciar.