La cúpula del congreso de móviles se moviliza ante la huelga de TMB

La huelga de transporte público en Barcelona anunciada a partir del próximo día 27 podría tener consecuencias mucho más allá de las molestias al usuario. El contrato que ata la celebración del Mobile World Congress (MWC) en la ciudad hasta el 2018 fija cláusulas que permitirían la rescisión de futuras ediciones, y el sector hotelero ha constatado que la organización del salón está en alerta por los problemas logísticos que puede suponer la huelga de cuatro días que coincidirá con la cita tecnológica. Algunos hoteleros se plantean implantar fórmulas de transporte alternativo para sus clientes, mientras otros aún creen que el conflicto se puede desencallar.

La amenaza ha movilizado de pleno a la propia empresa organizadora de este acontecimiento mundial. John Hoffman, consejero delegado de la GSMA, se encuentra desde el pasado martes en la capital catalana para buscar soluciones a esta situación, ya que está «muy preocupado» por sus repercusiones, explican fuentes próximas. El máximo responsable del MWC se reunió el martes con el alcalde Xavier Trias y fuentes municipales indican que hablaron tanto de la futura fundación que se creará entorno a la capitalidad de la telefonía móvil, como del paro de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), con la convicción de que «el congreso irá muy bien».

No obstante, empresarios hoteleros están preparando alternativas para minimizar sus efectos, como la posibilidad de organizar un dispositivo de transporte propio para sus clientes, si la huelga no se desconvoca antes o los servicios mínimos de metro y bus son insuficientes. El plan consistiría en que cada hotel dispondría de tres o cuatro vehículos que hicieran las funciones de lanzadera con el recinto ferial de Montjuïc, donde se celebra el MWC, han explicado fuentes del sector. Al parecer incluso hay personas que se han puesto en contacto con hoteles para trabajar como voluntarios y evitar una mala imagen de la ciudad.

Por el momento, estas iniciativas son dispares ante la incredulidad de que la huelga sea una realidad. Fuentes de Derby Hotels apuntan a que si no se alcanza un acuerdo buscarán un sistema de transporte privado para desplazar a sus huéspedes. Otro hotel volcado en el evento, el Mandarin Oriental, no montará transporte propio pero asesorará a sus clientes sobre las mejores alternativas, señalan. En otros grandes grupos, como Husa, afirman que todavía no se contempla ninguna vía alternativa, mientras que también en el Hotel W (de los mayores de gran lujo en la ciudad) están a la espera de confirmar el paro de transporte antes de decidir cualquier acción

LLENAZO CON MIEDO / Y aunque el portal oficial de hoteles de la ciudad confirmaba ayer el lleno absoluto de todos los establecimientos locales -solo dos hostales de una estrella ofrecían disponibilidad-, algún empresario apuntó que había empresas participantes que querían reducir el número de reservas.

El perjuicio de una huelga de transporte en los días del MWC sería mayúsculo, advierten los hoteleros. Uno de los mayores riesgos es que la ciudad de Barcelona pierda el congreso, ya que el contrato con la GSMA incluye una cláusula, la 2.1, que especifica que este es reversible. «Todo lo que se ha firmado se puede anular» -no en esta edición-, alerta un responsable hotelero. Eso significaría que todo el esfuerzo que Barcelona hizo para ser seleccionada capital mundial del móvil hasta el 2018, superando las candidaturas de ciudades como Berlín, París y Milán, acabe en nada.

Aunque se garantice la movilidad de los asistentes, preocupa la posible acción de los piquetes. Así, se estudia modificar el circuito de entrada a la Fira de Barcelona, ya que el día de la inauguración está prevista una gran manifestación en la plaza de Espanya. Se podría cambiar los accesos y hacer entrar a los participantes por la parte que da a Montjuïc en vez del acceso principal.