La transformación de BCN

Cultura, pisos, cooperativas

El ayuntamiento dará voz a la mesa de entidades que reclama un desarrollo integral

Tramo de Pere IV que se reformará primero.

Tramo de Pere IV que se reformará primero.

R. C. / V. V. L.
BARCELONA

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«La calle de Pere IV es un espacio muy potente capaz de vertebrar la totalidad del tejido urbano del Poblenou», dice Salvador Clarós, presidente de la asociación de vecinos y experto en patrimonio y urbanismo de larga trayectoria y autor de trabajos sobre el barrio. La entidad es una de las que forman la Taula Eix Pere IV que impulsa iniciativas para cohesionar una zona fragmentada y dispar que tiene a la vez espacios como el 22@, Diagonal Mar o el Fòrum, auténticos, y muy discutidos por los residentes, catálogos de arquitectura espectacular, y lugares como el sector norte de la calle, casi un páramo sin orden ni concierto y con terrenos y naves abandonadas.

El nuevo ayuntamiento quiere hacer de la participación bandera y otorgará a la mesa, donde junto a residentes se agrupan expertos, la condición de interlocutor esencial en la recuperación de Pere IV. El distrito pide al grupo que fije a unos representantes y le dará una infraestructura mínima, con local y apoyo logístico, para impulsar el debate. Se han hecho reuniones en ese sentido y sobre la mesa hay alguna propuesta, como convocar arquitectos internacionales que reflexionen en ámbitos creados para ello.

Más cerca

«El distrito, que asume el proyecto más cerca de la gente, a diferencia del mandato anterior, cuando el eje dependía de Hábitat Urbano, no quiere actuar solo desde los despachos», afirma el secretario técnico Marc Andreu.

El abandono, el olvido y la degradación actual de largos tramos de la calle requiere, según la mesa, una regeneración socioeconómica que surja de la colaboración de todos los protagonistas de los espacios de uso público. En una primera fase, estos vecinos organizados transversalmente piensan en una utilización de forma temporal de solares y de viejos espacios industriales desocupados o vacíos.

En el punto de mira está la constitución de cooperativas en los sectores de la cultura, la vivienda social y la propia economía. En este sentido, la mesa estudia modelos de barrios cooperativos que impulsen con éxito, a partir de la participación popular, iniciativas rentables social y culturalmente. Existen ya algunos precedentes en funcionamiento en los centros de creación artística de La Escocesa o de Can Ricart, o de otros futuros como la sala Beckett de teatro que se prevé abrir a mediados del próximo año.

Albert Martín, miembro del Ateneu Flor de Maig, propone «un plan piloto urgente para revitalizar socialmente una zona que es obsoleta porque se ha dejado degradar». Añade que es una oportunidad para «revitalizar el patrimonio, la actividad económica no especulativa y la vivienda social que no se ha construido en el 22@».

Andreu asegura que el plan pasa al distrito para «darle más gas de acuerdo con las entidades y redoblando la acción urbanizadora como eje cultural, de pisos protegidos e iniciativas de economía cooperativa». Para ello se quiere «dar juego a los solares, las naves desocupadas y los talleres de los bajos cerrados y degradados».

Una sugerente exposición abierta en la sede del Museu d'Història de Barcelona de la fábrica Oliva Artés, en el parque del Centre, contribuye a ese proceso de reflexión.