Más barcos con filtros y motores con gas licuado

La treintena de barcos de cruceros en construcción o encargados para los próximos tres años eligen entre dos alternativas: incorporar filtros de partículas de emisión (hasta niveles de tolerancia según la normativa de la UE) o motores que se alimentan de gas licuado, caso de cuatro de los buques que tiene encargados el grupo Carnival. Lo que ya nadie prevé es una conexión a toma de tierra eléctrica. En Barcelona no existe porque se necesitaría una potencia enorme para pocas horas de uso y sería mucho más caro que el fuel que ahora consumen los motores auxiliares o generadores que cada barco conecta al atracar en un puerto para mantener su suministro de energía.

'Enchufarse' a una toma externa solo ha funcionado en Alaska, con energía hidráulica. Los barcos en activo optan por incorporar filtros para adaptarse a las exigencias de la UE. Otra opción es un carburante ligero, menos contaminante, pero más costoso.

La actividad portuaria en general, buques, maquinaria terrestre y tráfico de camiones, produce casi la quinta parte de toda la polución de Barcelona. La infraestructura lanza al aire el 20% de los óxidos de nitrógeno (NOx) y el 15% de las micropartículas (PM), dos de los principales contaminantes. De esos elementos, permanecen en la atmósfera a ras de suelo, la que respiran los ciudadanos, el 7,6% y el 1,6%, respectivamente, según los datos de la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB). El resto se dispersa en gran parte mar adentro y a gran altura.

Cruceros, el 22%

Del notable paquete de contaminación atmosférica que produce el puerto, el 22% tiene su origen en los cruceros, y una parte similar, el 21%, en los ferris. Las mayores emisiones corresponden a los barcos portacontenedores, el 38%, mientras que al resto de la navegación se le atribuye el 9% y a la actividad de grúas y máquinas de las terminales, así como a los miles de camiones que mueven los contenedores, el 10% final.

En cuanto a residuos sólidos, la basura de todo tipo reciclable o no que producen estas ciudades flotantes, algunos estudios la cuantifican en siete toneladas diarias en el caso de las naves más grandes. La empresa especializada Servicios Flotantes, que recoge residuos en los muelles, contabilizó en 550 cruceros atracados en Barcelona una producción de 30.000 metros cúbicos de desechos comprimidos, que llenarían 12 piscinas de dimensiones olímpicas.