CDC culpa a Colau de su probable salida del gobierno metropolitano

El gobierno del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) repetirá fórmula, pero casi con toda probabilidad cambiará a uno de los actores protagonistas. El acuerdo cuatripartito entre PSC, CiU, ICV y ERC que ha regido las políticas de la gran Barcelona desde el 2011 se reformulará así con la ausencia de Convergència, que cederá su sitio a Barcelona en Comú. Desde las filas convergentes achacan a los recién llegados su exclusión. «Barcelona en Comú no quiere gobernar con nosotros, por lo que todo indica que nuestra ausencia del futuro ejecutivo de la AMB la han precipitado ellos. Aunque no sabemos si han sido los únicos que han desencadenado la decisión», explicó Joan Ramon Casals, secretario de política municipal de CDC.

Casals calificó de «error e incoherencia» la decisión de prescindir de su concurso en la entidad supramunicipal. «Tenemos acreditada una solvencia contrastada en la gestión de la política metropolitana, por lo que no tiene sentido no contar con nuestra experiencia», explicó el también alcalde de Molins de Rei. En su opinión, es una forma de desvirtuar la esencia de la AMB, un órgano, recordó, donde se representan las diferentes sensibilidades territoriales de 36 localidades, «por encima de alcaldes, ideologías y antiguas formas de hacer política».

Por este motivo, juzgó desacertado apelar a prioridades ideológicas de partidos de izquierdas para constituir el nuevo gobierno metropolitano, que da por sentado que estará integrado por Barcelona en Comú, PSC, ICV y ERC. Casals ilustró esta filosofía subrayando que CDC había respetado en las primeras tomas de contacto con las demás fuerzas que fuera la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, la que presidiera el área.

EXPERIENCIA

Con un diagnóstico similar sobre las posibilidades de que el acuerdo cuatripartito cuaje se pronunció Antonio Balmón, vicepresidente ejecutivo de AMB entre el 2011 y el 2015. El socialista, no obstante, apeló a las preceptivas dosis de prudencia e incidió especialmente en el rol de Barcelona en Comú, aquien reconoce los méritos contraídos para alcanzar el poder, pero sin «la experiencia y la proximidad» respecto al área metropolitana de la que sí disponen las demás formaciones. «Estamos en el proceso de introducir en el debate de las negociaciones los aspectos más importantes, sumado coincidencias y limando diferencias», dijo Balmón.

El alcalde de Cornellà se mostró «optimista» respecto a la entente, para la que hay margen hasta el 23 de julio, tras las primeras conversaciones mantenidas con Colau. La dirigente apunta a presidir el órgano metropolitano pese a que se da la paradoja de que Barcelona en Comú, fuerza de nuevo cuño, no tiene presencia en ninguna alcaldía metroplitana más allá de la capital catalana.