LAS VERSIONES CONTRADICTORIAS DE LOS DOS PROTAGONISTAS

Los wasaps de la urbana acusada de homicidio, decisivos para desmontar su coartada

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J. G. ALBALAT / GUILLEM SÁNCHEZ / BARCELONA

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Rosa P. la guardia urbana encarcelada por el asesinato de su pareja y compañero de profesión, Pedro R., comentó a algunos amigos, tras encontrase el cadáver de la víctima en el maletero de su coche calcinado, que su novio se había ido de casa el martes 2 de mayo a causa de una pelea entre los dos y que creía que había desparecido del mapa para pensar. Esta misma versión es la que mantuvo la investigada en un primero momento ante los Mossos tras ser detenida el sábado día 13 de mayo.

Fuentes jurídicas han asegurado que su arresto se produjo en las mismas dependencias policiales, a las que solo había acudido para denunciar por acoso a Alberto L, el otro agente de la policía municipal en prisión por el crimen. Los Mossos no vieron claro la versión de Rosa y la detuvieron. La jueza de Vilanova i la Geltrú, posteriormente y tras tomarle declaración, decretó su ingreso en prisión, donde todavía permanece. Fuentes conocedoras de la investigación han asegurado a este diario que, para esclarecer el caso, serán importantes una serie de mensajes de whatsapp enviados en un grupo de amigos y que, al parecer, están incorporados en el proceso judicial.

ACTUÓ AMENAZADA

La versión que Rosa dío a sus amigos sobre la desaparición de Pedro y, en un principio también a los mossos, fue modificada por esta mujer en sede judicial. La agente encarcelada explicó a la jueza, según las fuentes consultadas, que cuando se encontraba en su casa de Vilanova i la Geltrú apareció de golpe Alberto L., con quien había mantenido una relación sentimental. Estaba muy violento y la amenazó con hacer daño a sus hijos si no subía al piso de arriba.

Ella, atemorizada, le hizo caso, siempre según su versión. Oyó golpes y al asomarse vio sangre. Rosa declaró que Alberto L. le obligó a limpiarla. Explicó también que Alberto L. estaba obsesionada con ella y negó que fueran amantes. E insistió, durante sus tres horas de interrogatorio, que colaboró en la desaparición del cadáver de su novio porque tenía miedo de Alberto. Sin embargo, un testigo, en concreto la actual pareja del exmarido de Rosa, ha declarado que los hijos del matrimonio le relataron que habían visto a su madre manchada de sangre. Las diligencias judiciales continúan bajo secreto de sumario

ALBERTO SE EXCULPA

El relato que mantuvo ante la jueza Alberto L., también detenido y encarcelado por la muerte de Pedro, es totalmente diferente al de Rosa. Este agente de la Guardia Urbana estuvo solo durante unos 45 minutos ante la magistrada. El policía local negó tener ningún tipo de participación en el crimen pero, a diferencia de Rosa, él sí admitió que mantenían una relación sentimental. Alberto L. afirmó ante la magistrada que su compañera en el cuerpo le llamó por teléfono y dijo que fuera rápido a su casa. Cuando llegó al domicilio, sostuvo, se encontró el cadáver de Pedro dentro del maletero del coche. El agente repitió una y otra vez que no estaba en el domicilio de Rosa con esta mujer cuando se produjo la muerte de Pedro.

La jueza, sin embargo, no creyó ni a uno ni a otro. En el auto de prisión, la magistrada señala que “existen indicios suficientes” contra los dos detenidos y, por los tanto, los envió a la cárcel por un presunto delito de homicidio o asesinato. Una de las hipótesis de los investigadores es que el fallecido se percató del engaño de su pareja y acabó siendo asesinado. Falta saber si los dos encarcelados participaron de común acuerdo en el crimen. Lo que está claro es que a Pedro lo mataron antes de trasladar su cuerpo dentro del maletero de su coche hasta una pista forestal del pantano de Foix, en la comarca del Alt Penedés, donde el vehículo fue quemado.

CADÁVER CALCINADO

El cuerpo de la víctima quedó calcinado y será complicado conocer cómo fue asesinado. El coche fue hallado el 4 de mayo por la tarde por unos excursionistas. El domicilio de Vilanova i la Geltrú donde vivían juntos Rosa y su novio desde hacía tan solo unos meses fue registrado por los mossos en busca de pruebas. Como las diligencias judiciales están bajo secreto, se desconoce el resultado de las pesquisas. El abogado de Alberto, José Luis Bravo, ha presentado un recurso contra la prisión dictada por la jueza que investiga el caso.

Alberto se ha visto implicado en tres episodios oscuros, siempre con manteros. Fue juzgado y absuelto por pegar a uno en el metro el 3 de julio del 2011. Fue juzgado y condenado por dar una paliza con su porra extensible a un senegalés en la plaza de Medinaceli el 24 de agosto del 2012. Y por último, participó en el incidente en el que resultó muerto el 9 de agosto del 2014 un mantero en la montaña de Montjuïc. Ese día estaba junto a Rosa.