A celebrar el año del mono

El su edición anterior, el desfile del Año Nuevo lunar chino, que se celebra a lo grande desde el 2014 en Barcelona, fue retransmitido por la televisión pública china y muchos de los participantes recibieron emotivas llamadas de sus familiares de este estado soberano de Asia Oriental. El próximo sábado, día 13, se festejará en las calles cercanas a la Estació del Nord la llegada del año consagrado a la figura del Mono de fuego, que aventura tiempos complejos, donde todo fluirá con intensidad.

El colorido pasacalles con dragones y leones de papel, sombrillas de seda y tambores y gongs, acortará el sábado el recorrido para evitar el rodeo ante la Sagrada Família, donde el año pasado las aglomeraciones de turistas complicaron el trayecto. El punto de partida del desfile volverá a ser el parque de la Estació del Nord, donde a partir de las 11.30 horas se reunirán 40 asociaciones chinas vinculadas a la ciudad y 10 de catalanas para participar en el desfile que finalizará en el Arc de Triomf, donde habrá actuaciones y pirotecnia.

Para la comunidad china, esta celebración, también conocida como la Fiesta de la Primavera, es la más significativa de su calendario. "En el desfile de Barcelona participarán más de mil personas, entre ellas muchos chinos de segunda generación", asegura Montserrat Riba, secretaria general de Casa Àsia, una de las instituciones que organizan el desfile, que también cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona, el Consulado General de la República Popular China y la Fundación Instituto Confucio de Barcelona, que dirige Chang Shiru, para quien el mono representa la sabiduría, la prosperidad y la buena fortuna.

MÁS CHINOS EN EL EIXAMPLE

Riba informa que, según las estadísticas de la población extranjera del 2015, Barcelona es la ciudad catalana con más residentes chinos. En total, alberga 17.487 chinos. "Le siguen Santa Coloma, Badalona y L'Hospitalet de Llobregat", indica Riba, que recuerda que en la capital catalana los chinos ocupan la tercera posición de nacionalidades extranjeras, después de la paquistaní y de la italiana. Según el Padró Municipal d' Habitants, el Eixample es el barrio con más vecinos chinos, con un aumento del 30% respecto al 2014. Y la media de edad oscila entre 25 y 39 años.

Lola López, comisionada de Inmigración, Interculturalitat y Diversidad del ayuntamiento, define a Barcelona como inclusiva e intercultural. "Los catalanes y los chinos tenemos símbolos de celebración cercanos, como el fuego y el dragón", argumenta López. Su deseo es que en próximas ediciones la fiesta se extienda a otros barrios.

El vicecónsul Wang Shuo explica que la Fiesta de Primavera simboliza un grito de alegría. "Es la llamada a la buena suerte, a la felicidad y a la agrupación. Por ello, en China las familias se reúnen estos días, lo que genera tres millones de desplazamientos", informa. Y agradece la "generosidad" de Barcelona ante su comunidad china.