EVOLUCIÓN DE UN SECTOR ECONÓMICO

Compradores perdidos en domingo

Compradores en una tienda abierta de Ciutat Vella, ayer.

Compradores en una tienda abierta de Ciutat Vella, ayer.

PATRICIA CASTÁN / RAMON COMORERA / BARCELONA

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La imagen del Portal de l'Àngel a media mañana de ayer valía más que mil palabras: "¿Pero cómo puede ser que esté esto cerrado?", bramaba una señora que había llegado con dos amigas desde el Eixample izquierdo esperando pasar toda una mañana de compras navideñas. Y es que aunque el barcelonés no se aclara este año con el caótico calendario de festivos de apertura comercial autorizada, está acostumbrado a disponer de dos o tres domingos de 'shopping' en diciembre. Y la mayoría de ciudadanos ignoraban ayer que los pactos comerciales del 2014 habían dejado a Barcelona con una sola fecha, el próximo día 21. La coyuntura produjo dos fenómenos paralelos: el éxito de compradores en centros comerciales de la vecina L'Hospitalet -único gran municipio del área metropolitana donde se había pactado abrir ayer-, y la apertura clandestina de cientos de pequeños comercios del núcleo más turístico de Barcelona, en Ciutat Vella.

En L'Hospitalet, ni el ayuntamiento ni los pequeños comercios hicieron promoción de su supuesta situación de ventaja. Pero sí la hicieron las grandes superficies lo que las llevó a que, junto a su capacidad de atracción por marca, oferta, accesos y aparcamiento, capitalizaran el éxodo forzoso de compradores de la capital. Gran Via 2 se llenó, recibió 75.000 visitas y 10.000 coches, un 10% más que un sábado normal, informó a última hora el gerente Jorge Fonseca. Este incremento lo atribuyó casi todo a los barceloneses que, por otra parte, son ya el 28% de la clientela habitual. Además, las estimaciones de los puntos de venta indicaron un aumento de caja de un 3% sobre un día similar del 2013.

Balance general flojo

La afluencia también fue notable en los otros dos macrocentros de L'Hospitalet: La Farga e Ikea. El balance general de aperturas en la segunda ciudad catalana fue, sin embargo, flojo, según el edill de Comercio, Josep Maria García. Solo entre un 15% y un 20% de las 4.000 tiendas levantaron la persiana, la mayoría alrededor de mercados municipales. En las zonas limítrofes con Barcelona de Collblanc y Riera Blanca se superó la media. En Badalona, tercera población del país, ni los pequeños ni el gigante de Montigalà abrieron pese a ciertas expectativas. Se cumplió el calendario oficial.

La situación en Barcelona fue de cierre generalizado, excepto en el centro. En todo el Portal de l'Àngel, el corazón de Barna Centre, únicamente había un par de pequeñas tiendas de bolsos y corbatas abiertas. La razón es que las grandes cadenas optaron por acatar los días impuestos por el ayuntamiento y la Generalitat. Pero en Cucurulla la cosa empezaba a animarse, y en Portaferrissa levantaron la persiana una decena de locales, incluidos las Galerías Maldà y el Mercadillo, con no pocos negocios en marcha. Al llegar a la Rambla, como es habitual, la apertura era generalizada. Y en todo el centro, las distintas sedes de Desigual y Custo funcionaron toda la jornada. La calle de la Boqueria lo tenía casi todo abierto, como muchas pequeñas callejuelas del Gòtic. En el Born, la mitad de los establecimientos trabajaron en mayor o menor medida según la calle.

Este panorama se viene dando en plena  temporada turística para captar al visitante ocioso, pero ayer claramente se apuntaba al barcelonés. Los viajeros esta vez no eran mayoría, ya que la ciudad, por su clima, no se ha posicionado como destino navideño de compras al estilo de Londres o Nueva York. "Se ha ido vendiendo, pero mucha gente solo mira para buscar ideas y decidirse más tarde», decía la dependienta de una zapatería de Portaferrissa.

Confusión legal

Confusión legalEn realidad, algunos de quienes abren en domingo lo hacen amparados en la cercanía de alguna feria (que lo permite), mientras que otros aprovechan la tolerancia municipal en plena polémica sectorial sobre el camino que debe tomar la ciudad. Pero con el recurso del Gobierno a los horarios catalanes admitido a trámite por el Tribunal Constitucional hace unos días, el sector se puede apoyar en la liberalizadora normativa estatal para enchufar sus cajas en festivo. El secretario general de la Confederació de Comerç de Catalunya, Miquel Àngel Fraile, afirmó ayer que la mayoría de tiendas siguen «respetando la legislación catalana, excepto en las zonas más turísticas del centro». Negó «ningún tipo de confusión en el sector», ya que hasta las grandes superficies acataron la norma. Los que sí estaban confusos, y mucho, eran los consumidores, que no acaban de entender la lógica y la dinámica de las fechas elegidas en Barcelona.

Y más este año cuando, como explicó este diario, los cuatro festivos locales se colocaron en fechas supuestamente turísticas (ferias y eventos), en detrimento de las navideñas. Ante ello, las grandes patronales han pedido (ver EL PERIÓDICO del sábado) que el 2015 traiga una mayor concentración de domingos de apertura comercial. Una reivindicación a la que ayer se sumó el PP de Barcelona reclamando la posibilidad de poder abrir toda la campaña de Navidad, después de que los pasados 6 y 8 festivos (sábado y lunes de apertura) fuesen hasta un 6% más rentables que en el 2013, con un 90% de establecimientos en marcha.