exposición. GRABADOS ANTIGUOS

La colección Gelonch

El Museu Frederic Marès exhibe láminas de reyes y de escenas bélicas relacionadas con la guerra de sucesión y el asedio de Barcelona en 'Una mirada al 1700'. 

Museu Frederic Marès. Plaza de Sant Iu, 5. De martes a sábado: de 10.00 a 19.00 horas. Domingos y festivos: de 11.00 a 20.00 horas. Lunes cerrado, excepto festivos. 4,20 euros.

El ángel del desaparecido retablo mayor de Santa Maria del Mar, que sufrió un incendio, ante los grabados.

El ángel del desaparecido retablo mayor de Santa Maria del Mar, que sufrió un incendio, ante los grabados.

CRISTINA SAVALL
BARCELONA

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Antoni Gelonch Viladegut (Lleida, 1956) es asesor de la industria farmacéutica y coleccionista sobre todo de grabados antiguos que ilustran batallas y llegadas de reyes a una ciudad. Las láminas europeas del siglo XVII y XVIII relacionadas con el asedio de Barcelona, que él ha ido recopilando desde 1992 a través de subastas, de compras a particulares y de galerías, son las piezas más valiosas de Una mirada al 1700, la exposición del Museu Frederic Marès dedicada al poder, al territorio, a la guerra, a la vida cotidiana y a la devoción religiosa en la Catalunya de hace tres siglos.

Algunos de estos grabados que se exhiben ahora con motivo del Tricentenari pertenecen a la llamada literatura de caña y cordel, cuando estas ilustraciones se vendían impresas en las calles colgadas de una cuerda delgada. «Es el precursor del fotoperiodismo. Estos grabados tienen un valor estético y también documental al explicar lo que estaba pasando», considera el periodista e historiador Toni Solé, comisario de los actos del Tricentenari.

«Son piezas originales que acercan visualmente al visitante a los protagonistas del conflicto dinástico que desencadenó la guerra a través de retratos realizados por grabadores», destaca Josep Maria Trullén, director del Museu Frederic Marès, que agrega que es una exposición de producción propia asesorada por  Xevi Camprubí, doctor en Historia Moderna. La muestra incorpora objetos de esa época de la propia colección del museo como un sonajero de plata con una sirena, amuletos contra las enfermedades, un pote de miel, una bandejita para el chocolate o frascos de farmacias.

Camprubí informa que la manera de ilustrar en grabados las batallas en Barcelona de la guerra de sucesión fueron «un referente» en toda Europa.

Entre los grabados destaca uno de reciente adquisición procedente de Valencia. Se trata de un retrato en aguafuerte de Felipe V, nieto de Luis XIV de Francia, dibujado por Joan Baptista Ravanals en 1701, un año después de coronarse rey de España. Bajo el dibujo, en el que el monarca aparece con una peluca y algo obeso queda escrito «nacido para ocupar de Europa el mayor trono».