LAS CUENTAS MUNICIPALES DEL 2016

Ciutadans prepara sus condiciones para salvar el presupuesto de Colau

Carina Mejías.

Carina Mejías. / periodico

TONI SUST / BARCELONA

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El no de la CUP al presupuesto de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha puesto de repente todos los focos sobre el grupo de Ciutadans. El gobierno municipal cuenta con el apoyo de ERC y el PSC, además, por supuesto, de Barcelona en Comú, pero le falta al menos el voto de otro edil o dos abstenciones para que el lunes el pleno dé luz verde a la modificación de crédito que permitiría ampliar las cuentas municipales del 2016.

Después de que la CUP rechazara la invitación del primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, para reunirse este sábado con el propósito de desbloquear la situación, el equipo de Colau ha entablado contactos de urgencia con el grupo municipal de Ciutadans para tratar de conseguir de ese grupo el voto afirmativo o las dos abstenciones que necesita para aprobar las nuevas cuentas. Estos contactos exploratorios se han hecho a través del propio Pisarello y el edil de Ciutadans Francisco Sierra. 

MALA RELACIÓN COLAU-MEJÍAS

Ciutadans está preparando un pliego con las condiciones que exigirá a cambio de su hipotética contribución para el desbloqueo presupuestario de la ciudad. La negociación, sin embargo, no se antoja fácil, ni en el terreno programático ni, tampoco, en el personal: la relación entre Colau y la líder del grupo de Ciutadans, Carina Mejías, es quizá peor que si fuera inexistente.

Pese al intento de acercamiento a Ciutadans, el gobierno municipal no da por perdida definitivamente la posibilidad de acuerdo con la CUP. Los concejales anticapitalistas no han acudido a la reunión convocada para la mañana de este sábado en el ayuntamiento para discutir los presupuestos del 2016 que se debatirán el lunes en un pleno extraordinario. La noche del viernes, el mismo día en el que los anticapitalistas anunciaron que votarían en contra de la propuesta del gobierno, ya precisaron que no irían el sábado al renegociar, porque la materia a discutir, las "medidas concretas para mejorar la vida de los vecinos de esta ciudad", requieren "tiempo", precisamente aquello de lo que carece Barcelona en Comú. Ada Colau ha lamentado este sábado el 'no' de los antisistema a la modificación de crédito de las cuentas y les ha reclamado "responsabilidad". "La ciudadanía no entendería que 275 millones de euros destinados a cubrir urgencias sociales se quedarán en el cajón", ha mantenido.

#PRESSINGCUP

La alcaldesa, de paseo por el centro de una Barcelona engalanada y henchida de gente durante la jornada de Sant Jordi, ha aparcado la festividad durante unos minutos para devolver la vida al #pressingCUP, expresión que se hizo célebre durante los meses previos a la investidura del 'president' Carles Puigdemont que finalmente la CUP facilitó. 

El consistorio, con el presupuesto del 2015 prorrogado, requiere de una modificación de crédito para poder abordar obras y planes no contemplados en el ejercicio anterior. De no prosperar, sería uno de los mayores batacazos políticos del primer año de la era Colau. Pero no estaría todo perdido: cada proyecto podría tratarse en el pleno de manera independiente, con un acuerdo para cada asunto. Las cosas podrían salir adelante, pero con mucha más carga burocrática.

MANO TENDIDA

Colau ha confesado que la decisión de la CUP, que exige una hoja de ruta "mas rupturista", le ha "sorprendido muchísimo", lo que no quita que se mantenga "plenamente dispuesta" a dialogar con los ediles antisistema para intentar desbloquear el sentido de un voto que, de confirmarse, les alineará con CiU y PP. La alcaldesa ha asegurado que durante las negociaciones para la ampliación presupuestaria, Barcelona en Comú ha incorporado "el grueso" de las propuestas de la CUP, algo que esta formación niega: "No se ha aceptado la totalidad de ninguno de nuestros 10 planteamientos". 

La CUP, a través de un comunicado, ha lamentado que sus propuestas "solo se hayan tratado seriamente durante la última semana". De algún modo, parecen advertir a Colau del error de dar por sentado su apoyo en el pleno del próximo lunes, que si no hay cambio de última hora, echará por tierra el acuerdo entre Barcelona en Comú, ERC y PSC. Solo falta por desvelar el voto de los cinco concejales de Ciutadans, pero nada hace sospechar que vayan posicionarse junto al Gobierno.