EL MODELO DE LA POLICÍA MUNICIPAL DE BARCELONA

Colau mantendrá en la Urbana un grupo reducido de antidisturbios

Antidisturbios de la Urbana antes de irrumpir en varios pisos de venta de droga, en el Raval, en el 2014.

Antidisturbios de la Urbana antes de irrumpir en varios pisos de venta de droga, en el Raval, en el 2014.

MAYKA NAVARRO / BARCELONA

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El comisionado de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Amadeu Recasens, celebró ayer por la tarde su primer encuentro con los tres principales sindicatos de la Guardia Urbana. Una cita esperada a la que asistió el nuevo gerente de la policía municipal, Jordi Samsó. Fue un encuentro largo, sereno, en el que los dos representantes del gobierno local pidieron «confianza y tranquilidad». Una reunión de la que los sindicalistas salieron «satisfechos» y en la que aunque no se avanzaron datos concretos del que será el nuevo modelo de la Guardia Urbana, algo quedó claro: el equipo de Ada Colau reducirá los antidisturbios de la policía municipal (la USP o Unitat de Suport Policial), pero quedará un grupo de agentes para realizar esa labor en situaciones excepcionales.

El gobierno local quiere desterrar la palabra antidisturbios. Durante la campaña electoral Colau dijo en varias ocasiones que prescindiría de ellos. Los agentes de la USP no son exclusivamente antidisturbios como los de la Brigada Mòbil de los Mossos d'Esquadra o los de la Unidad de Intervención Policial de la Policía Nacional. La USP de la Guardia Urbana ha recibido formación de antidisturbios en la Escola de Policía de Catalunya y tiene material y capacidad para actuar como tal, pero también desempeña otras tareas .

Samsó anunció a los sindicatos que la intención del ayuntamiento es renegociar el pacto que hace 10 años firmaron el alcalde Joan Clos y la consellera Montserrat Tura para distribuir las competencias de la Guardia Urbana y los Mossos. «Las cosas han cambiado. Los Mossos no son la policía de hace diez años y tienen que recuperar competencias y atribuciones que ha asumido la Guardia Urbana en detrimento del patrullaje en los barrios y la proximidad», explican fuentes del Ayuntamiento.

Los cambios no vendrán de un día para el otro ni serán tajantes. Tanto Recasens como Samsó se comprometieron a «consensuar» con los sindicatos la transformación de la policía municipal. «Recasens tiene muy claro el modelo de policía que quiere la alcaldesa y que defiende para la ciudad. Agradecemos su intención de contar con nosotros», indicó Jordi Gallart, de CCOO.

HORAS EXTRAS DESBLOQUEDAS / El comisionado hizo alarde de sus conocimientos sobre el modelo de seguridad pública de Catalunya y mostró su confianza en que la transformación de la Guardia Urbana, «con la ayuda de todos», será buena para la ciudad y para los propios agentes.

Los sindicatos supieron de primera mano cómo finalmente se ha resuelto el conflicto de las horas extras, tras varias semanas sin servicios extraordinarios que dejaron algunos distritos de la ciudad, especialmente Ciutat Vella y Eixample, un poco desamparados.

Recasens renegoció con el gerente del ayuntamiento la partida general para horas extras después de que el anterior gobierno duplicara su precio y lo igualara a las dietas de los bomberos de Barcelona. Recasens ha pedido a la cúpula policial que se «racionalice» el uso de las horas extras. Pero en cualquier caso, los distritos de la periferia ya no tienen que ayudar con patrullas a Ciutat Vella y Eixample.