iRRUPCIÓN DE UN NUEVO PROYECTO POLÍTICO-SOCIAL EN BCN

Colau no descarta pactar con Trias "grandes temas de ciudad"

Ada Colau se dirige a los asistentes a un acto de presentación de Guanyem en el Raval, a finales de junio.

Ada Colau se dirige a los asistentes a un acto de presentación de Guanyem en el Raval, a finales de junio.

CARLOS MÁRQUEZ DANIEL / BARCELONA

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Guanyem es todavía un proyecto en construcción. La plataforma ciudadana sigue con su proceso de lenta gestación, que en enero desembocará en la redacción del programa electoral. Luego vendrá la configuración de la lista para las municipales del 25 de mayo, esos nombres y apellidos encargados de dar forma política a lo que salga de este largo proceso participativo. Las caras visibles de la formación se sometieron ayer al tercer grado de un amplio grupo de periodistas, muchos de ellos veteranos del reporterismo local, y trazaron las líneas de lo que esperan que sea una candidatura capaz de «ganar Barcelona». Si es menester, avanzó Ada Colau, se pactará con Xavier Trias, pero solo en «grandes temas de ciudad».

El catedrático Joan Subirats, el abogado Jaume Asens y la propia Colau departieron durante casi dos horas en el Col·legi de Periodistes de Catalunya. Se habló mucho en general y poco en concreto, desgranando la filosofía de una propuesta que está en el proceso de «confluencia» con las fuerzas políticas regulares que quieran sumarse a su mensaje con la condición de dejar las siglas en casa. Se habló de ICV-EUiA, cuyo discurso es muy parecido, por no decir calcado, al de Guanyem, pero ahí están esas tres décadas de gobierno junto al PSC en el ayuntamiento. ¿Qué pesará más? ¿La necesidad o la coherencia? Dijo Asens que los ecosocialistas tiene «interés y entusiasmo en confluir». Siempre la confluencia, nunca la fusión o la federación, pues una cosa es juntarlo todo, y otra muy distinta, ir de la mano hacia un objetivo muy concreto, como es la voluntad de que la capital catalana vuelva a manos de la izquierda.

Ciudad sin rumbo

Subirats fue quien más se adentró en la actualidad local. Se quejó de la Barcelona dirigida «por grupos de interés bien organizados», manera elegante de referirse a los lobis, y llamó la atención sobre la elevada abstención en los barrios con rentas más bajas, donde sin duda Guanyem puede tener su principal caladero de votos. «Amamos esta ciudad, la estamos perdiendo y la queremos recuperar», resumió.

Asens avanzó que a finales de la semana que viene está prevista la confección del código ético de la plataforma, y explicó que la irrupción de Guanyem responde a una «ventana de oportunidad», a la necesidad de «tomar medidas excepcionales en momentos excepcionales». Confesó, eso sí, y ahí quizás es donde se notan las carencias de un proyecto político-social insólito en la ciudad, que todavía no saben cómo confeccionarán la lista electoral.

Colau anunció que pronto dispondrán de local propio, situado muy cerca de la Sagrada Família, y cifró en 400 los voluntarios que trabajan para que el proyecto cristalice a tiempo. Preguntada sobre posibles pactos de gobierno -Trias dijo en una entrevista en este diario la semana pasada que no vería mal un acuerdo con Guanyem-, la activista pasó del rechazo a la responsabilidad. Dijo de entrada que tiene en la cabeza una Barcelona «antagónica» a la que defiende CiU, un partido, remachó, «con muchos casos abiertos de corrupción». «Esto no quita -puntualizó- que haya acuerdos concretos en grandes asuntos de ciudad». No entró a concretar, y eso es, probablemente, lo que se espera que suceda más pronto que tarde.

El proceso independentista y la consulta se colaron también en el acto de Guanyem en el Col·legi de Periodistes de Barcelona. Subirats, tras ciertas dudas sobre si respondía él la pregunta o lo hacía Colau, admitió que dentro de la plataforma municipalista hay posiciones a favor y en contra de la independencia y que, por tanto, no deberían tener una posición concreta sobre el asunto. Sí hay absoluta unanimidad, puntualizó, en el compromiso con la consulta y con la movilización popular, pero reconoció que hay pluralidad de opiniones en el seno de la plataforma. Le sucede algo similar a ICV-EUiA, que ofrece a sus bases libertad de voto ante el 9-N.