Colau cierra el año con superávit, como Trias
El Ayuntamiento de Barcelona ha cerrado el 2016 con un superávit de 97,5 millones de euros. Algo que no sería tan noticiable si la alcaldesa, Ada Colau, no hubiera criticado con dureza en el pasado al gobierno de Xavier Trias cuando le sucedía lo mismo, por considerar que en tiempos de dificultad dejar dinero en la caja era un pecado mortal.
El argumento ha sido rápidamente retomado este miércoles por la concejala del grupo Demòcrata –grupo de CiU hasta la semana pasada- Sònia Recasens: “Estamos absolutamente sorprendidos. Casi 100 millones de euros que Colau deja de gastar en las personas, en gasto social. Nos parece un escándalo absoluto y una indecencia que el gobierno de Colau deje de invertir 100 millones de euros con las necesidades que tiene la ciudadanía”.
El consistorio ha informado de que el superávit se debe en buena parte a un comportamiento mejor del esperado de la fiscalidad, con una recaudación inesperada en relación con el impuesto de plusvalías, así como a las limitaciones de inversión que fija le ley Montoro.
También ha informado de que dedicará el dinero sobrante a dos aspectos: uno es proveer de fondos a la tesorería, maltrecha tras el pago de un 1% salarial a los empleados públicos en cumplimiento de una sentencia.
El otro, inversiones “financieramente sostenibles” en el parque de vivienda, la mejora de la red de autobuses, reforma del espacio público y la construcción de puntos verdes, entre otros.
COMPROMISO DE PISARELLO
El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ha afirmado que el dinero se destinará a políticas para los vecinos: “Nos comprometemos a ver cómo invertir este superávit en políticas que beneficien a los vecinos”.
No solo el grupo de Trias ha criticado el dato. El concejal de ERC Jordi Coronas ha denunciado que es uno de los superávits más altos de la historia, y ha acusado al gobierno municipal de preferir que esa cantidad vaya “a los bancos y no a la gente”.
CRÍTICAS DE ERC Y EL PP
Coronas ha recordado que en el último pleno ERC llamó a dedicar la mitad del superávit a vivienda, infructuosamente. También ha rescatado críticas de ICV, cuando estaba en la oposición: “Si antes la culpa era del gobierno municipal, ahora es de la ley Montoro. El superávit refleja la incompetencia de un gobierno que solo hace anuncios”. La jefa de filas de Ciutadans, Carina Mejías, ha calificado de "despropósito" el desenlace presupuestario. El presidente del grupo del PP, Alberto Fernández Díaz, ha afirmado que el superávit es “fruto de la parálisis del proyecto de ciudad y de la falta de sensibilidad de Colau”.
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