Colau y el AMB cierran filas con el sector del taxi

Un taxi compartido entre personas que ni siquiera se conocen, pero que coinciden en la necesidad de llegar al mismo destino y la voluntad de ahorrarse un capital. Esa es la propuesta estrella de un conjunto de iniciativas que el gremio ha presentado a Ada Colau como máxima autoridad del Ayuntamiento de Barcelona y del gobierno metropolitano, en aras de hacer más competitiva su oferta. La idea tiene mucho que ver con la amenaza que representa la irrupción de los vehículos de alquiler con conductor, los VTC, y las prácticas intrusivas que se denuncian desde el sector. Una llamada desesperada que ha sido atendida por Colau, siempre receptiva, pero que por primera ha cerrado filas oficialmente en torno a las reivindicaciones de los profesionales del negro y el amarillo.

Así se ha evidenciado en el documento que se ha hecho público tras el encuentro entre ambas partes, en el que Colau brinda un apoyo rotundo al colectivo de taxistas metropolitanos ante la "inquietud e incerteza" que manifiestan por su futuro. El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) reclama actuaciones concretas a la Generalitat y al Gobierno central que pongan orden en el sector y pongan freno a la escalada de tensión entre los conductores de VTC y los taxistas. 

En concreto, espera un seguimiento del Govern de licencias VTC "para hacer prevalecer el interés público", así como que ordene "un protocolo de actuación que permita la identificación" de vehículos de este tipo para evitar situaciones de "intrusismo". Y añade al Gobierno central en la reclamación de que se vele por el mantenimiento de 30 taxis por cada vehículo de alquiler con conductor, en tanto que dicha proporción "permite una convivencia pacífica y positiva" entre ambos tipos de servicio.  

CONTROL

Colau alude a su propia responsabilidad y sostiene que en el entorno metropolitano se está recurriendo "a todos los mecanismos" a su disposición "para evitar que las empresas falsamente colaborativas rompan las reglas del juego de un servicio imprescindible para todos los municipios metropolitanos, fuente de trabajo directo de más de 13.000 personas y de sus familias".

Otro de los acuerdos es el de implementar planes de actuación que "mejoren las condiciones del servicio del taxi" y en el que se contemple la posiblidad de dicho taxi compartido, así como otras ideas, como un nuevo sistema tarifario, nuevas campañas publicitarias del sector y enriquecer las aplicaciones del taxi con nuevas posibilidades, en torno a información de servicio como las frecuencias de paso de los buses, por ejemplo.

El comunicado supramunicipal ha sido acogido con "gran satisfacción" por las asociaciones de taxistas, como reconoce Alberto Álvarez, portavoz del sindicato Elite. "Colau siempre ha apostado por el transporte público y por el taxi, pero es la primera vez que se posiciona públicamente con esa rotundidad. Su apoyo será muy valioso para hacer valer nuestras reivindicaciones ante la Generalitat y Fomento, y para que la policía pueda ejercer un control efectivo de la competencia desleal en el sector". 

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