ACTUACIONES DEL AYUNTAMIENTO DE LA CAPITAL CATALANA

CiU replantea el vial que dividirá al zoo por el rechazo político y social

Imagen virtual del vial Wellington-Picasso proyectado a través del zoo con la pasarela sobre este al fondo.

Imagen virtual del vial Wellington-Picasso proyectado a través del zoo con la pasarela sobre este al fondo.

RAMON COMORERA
BARCELONA

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Las obras deberían empezar en semanas pues el nuevo y desconocido vial peatonal para unir la Vila Olímpica y la Ribera por el zoo y la Ciutadella, incluida una pasarela elevada para no partir del todo al primero, está ya adjudicado. Pero no será así porque el gobierno en minoría de CiU aceptó ayer parar o replantear el plan y abrir un proceso de participación con los vecinos y entidades que lo rechazan. Así lo tuvo que negociar Hábitat Urbano y lo suscribieron todos los grupos de la oposición a partir de una proposición inicial del PP que de nuevo condiciona la acción de los 14 ediles de Xavier Trias sobre un total de 41. El teniente de alcalde Antoni Vives defendió la conexión pero añadió lacónico: «Iniciaremos el proceso que nos pide el PP». En la misma comisión, CiU había aprobado poco antes y de nuevo con el PP como protagonista al ser el único grupo que votó a favor, la reforma de la Diagonal de Macià a paseo de Gràcia.

El nuevo revés urbanístico del gobierno municipal en el caso del futuro vial entre Wellington y el paseo de Picasso es evidente, aunque habrá que ver su impacto real sobre el terreno más allá de los pronunciamientos políticos de ayer. El proyecto lo redactó Barcelona Regional y sus 5,5 millones en dos fases los paga el Área Metropolitana de Barcelona dentro de su plan de inversiones en los municipios que la integran.

DEBATE / Esta gestación alejada de los canales municipales de gobierno había soslayado el debate en el propio ayuntamiento, según recordaron ayer varios grupos. El pasado enero se hizo público un manifiesto de vecinos, entidades y trabajadores del zoo, apoyado por más de 5.000 firmas, que cuestionaba la obra por varias razones: dividirá la reserva de animales, dificultará su funcionamiento y alterará la vida de numerosas especies, creará un paso demasiado cerrado y sin sensación de seguridad para los viandantes y tendrá un coste excesivo. Este rechazo llegó ayer al consistorio y CiU tuvo que abrir la moratoria en el último momento, con las obras a la vista.

El edil Óscar Ramírez del PP pidió que se abra un proceso de participación ciudadana y política «hasta ahora inexistente» (su partido no está en el gobierno metropolitano de CiU, PSC, ICV y ERC) y se apoyó especialmente en que perjudica al zoo por abajo, el vial, y por arriba, la pasarela. La socialista Assumpta Escarp habló de que el nuevo paso era una reivindicación histórica, pero añadió que su tramitación en la AMB lo alejaba de la participación.

Janet Sanz de ICV-EUiA incidió en el «coste desproporcionado» y en que crea un efecto de túnel aunque sea con vegetación. Añadió que la conexión por la Ciutadella debe hacerse, pero ha de afectar menos al zoo. El republicano Jordi Portabella insistió en la inversión elevada para solo 200 metros y en que el proyecto debe avanzar conjuntamente con el plan de mejora del zoo. «No acepto que aísle, solo con el paso elevado, un tercio del recinto», apostilló. La apertura de este vial evitaría el rodeo por Wellington y Pujades, por el norte, o por Circunval·lació y Marquès de la Argentera por el sur para ir de la Vila Olímpica al Born.

ALEGACIONES / El anunciado proyecto de reforma de la Diagonal entre la plaza de Macià y el paseo de Gràcia inició ayer su tramitación. La comisión de Hábitat Urbano lo aprobó inicialmente. Ahora se pondrá un mes a información pública para recibir alegaciones. Se trata de la ampliación de aceras hasta 7,5 metros, creación de un vial lateral de servicio para vehículos y bicis, y la mejora general del espacio urbano. Todo sin modificar el tronco central.

Este paso propició un cargado debate entre CiU-PP y los tres grupos de izquierda. Escarp dijo no estar en contra de las obras sino del proyecto, porque ahora hay que dar prioridad a planes de rentabilidad social. También criticó aceptar un proyecto «hecho por los comerciantes». Sanz reprochó a CiU que gobierne «para los grupos de presión». Y Portabella reclamó un plan acordado para toda la avenida hasta Marina que después se haga por fases.