La explotación de los negocios del litoral de BCN

Chiringuitos de autor

Obras en el nuevo chiringuito de la playa de Sant Miquel que explotarán en breve Carles Abellan y Christian Escribà, ayer por la mañaña.

Obras en el nuevo chiringuito de la playa de Sant Miquel que explotarán en breve Carles Abellan y Christian Escribà, ayer por la mañaña.

PATRICIA CASTÁN
BARCELONA

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Son los templos delverano. Los espacios indispensables para que algunos resistan una abrasadora jornada deplaya. Los epicentros del ambiente playero a la hora de la puesta de sol. Pero disfrutar de una cervecita en unchiringuitode primera línea de mar tiene un precio: para el titular del cotizado negocio y para el consumidor final, al que se le repercuten los costes. El problema llega cuando el cliente no está contento con el binomiocalidad-precio, como al parecer sucede en los chiringuitos barceloneses, según el ayuntamiento deBarcelona. Para revertir la situación, el área de Medio Ambiente y Servicios Urbanos ha decidido cambiar las bases del concurso para dos de las 19 licencias de chiringuito del litoral. La novedad es que en lugar de primar la puja económica se han introducido criterios de calidad de la oferta. Una decisión que supone de momento la entrada de lagastronomía de autor(Carles Abellán y Cristián Escribà) a precios en teoría asequibles, pero que ha generado quejas entre otros operadores.

Las playas barcelonesas han ido incorporando locales a pie de playa de bebidas y comidas ligeras (sin cocina) según se desarrollaba el litoral. Como cada licencia se ha concedido en distintos momentos, cada año son varias las que tocan a su fin. Solo que este año el ayuntamiento ha cambiado las leyes del juego. Y es que las encuestas de calidad que hace el ayuntamiento entre los usuarios de las playas cada año se saldan con notas generales que oscilan entre el 7 y el 8 en cuestiones de agua, limpieza, seguridad... pero se mueven entre el 2,5 y el 4,7 al evaluar la calidad-precio de los chiringuitos de playa.

De las 29 licencias para chiringuitos y explotación de hamacas y parasoles que han salido a concurso en esta ocasión , los criterios han cambiado en dos casos, en Bogatell y Sant Miquel a modo experimental. Si durante 20 años la puja económica era lo que otorgaba más puntuación, en este caso se ha buscado «un nuevo modelo» basado en «criterios de calidad», según explica el gerente del área, Roman Llagostera. En concreto, se han introducido demandas como definir con claridad la oferta de gastronomía, el programa musical (en Sant Miquel no se permite música), la imagen (interior, porque el exterior es más o menos uniforme) y la personalidad del puesto. También se valora tener un trabajador encargado específicamente de la limpieza de los aseos, potenciar el personal con formación oficial en hostelería y que se hablen idiomas de la UE, de cara a mejorar el servicio. La idea es «premiar la calidad y el servicio» aunque sea a costa de ingresar menos dinero. El ayuntamiento fija una tasa para chiringuitos de playa, que va de los 21.600 euros a los 26.700 aproximadamente, en función de si la terraza es de 80 o 100 metros cuadrado, aunque en ocasiones se alcanzan cifras superiores a 200.000 euros.

QUEJAS / La fórmula introducida, que si funciona se ampliará el próximo año a otros quioscos, ha culminado con la adjudicación a una unión temporal de empresas que integra a caras populares de la gastronomía local,Carles AbellányChristián Escribà, que tienen otros negocios en el litoral, pese a ofertar solo el precio de partida de las tasas. No obstante, su iniciativa tiene las características que buscaba el ayuntamiento y combinará tapas de calidad y elaboradas, buen servicio y supuesto precio contenido.

La iniciativa indigna al resto de empresarios, que consideran irregular el proceso y lo han recurrido. La Asociación de Chiringuitos de las Playas alega que el 41% de puntos de adjudicación del pliego de condiciones de los dos locales «son subjetivos» y dejan la elección «al arbitrio del ayuntamiento», llegando «a renunciar al ingreso de 800.000 euros en cuatro años».